El área sanitaria de Ferrol tiene a 476 personas con un diagnóstico activo de coronavirus, cinco más que el día anterior. El crecimiento de casos se modera debido a las altas, que ya recogen los días de mayor incremento, por lo que hay un equilibrio mayor entre los positivos nuevos y los ya curados. En las últimas estadísticas publicadas por el Sergas fueron 30 las personas dadas de alta y 35 los diagnósticos detectados en 24 horas (una cifra por encima de la media de los últimos días y que sigue tirando de la incidencia hacia arriba).
Este aumento tiene como consecuencia que continúa el goteo de defunciones. La última, una mujer de 87 años, se comunicó ayer mismo. Se trata de la víctima 238 desde el inicio de la pandemia, en marzo de 2020. En esta ola otoñal, son ocho los pacientes que han muerto con covid, mientras que en la de verano se contabilizaron 13 decesos atribuidos al coronavirus.
La hospitalización se mantiene sin subidas bruscas. En la última actualización eran 15 las personas que necesitaban atención en el Arquitecto Marcide, con dos de ellas ingresadas en la Unidad de Cuidados Intensivos. Las UCI acumulaban nueve días libres de covid y ahora vuelven a tener pacientes.
La situación municipal empeora en Ferrol, cuya incidencia en las últimas dos semanas ha subido a 305 casos por cada 100.000 habitantes, por lo que se sitúa en un nivel alto de riesgo de transmisión. También Fene está en ese rango, con 365, aunque el brote en la localidad está en descenso, y en la última semana se han diagnosticado 14 casos (frente a los 33 de hace una semana).
También está en riesgo alto Cabanas y en muy alto As Somozas, pero en ambos casos, debido a la poca población, es un indicador que sufre grandes alteraciones con pocos casos. De hecho, en Cabanas se han diagnosticado once en dos semanas y en As Somozas, catorce.
Libres de covid se mantienen Ortigueira, San Sadurniño, A Capela y Moeche. A siete días vista se suma Pontedeume.