La ciudad naval despidió ayer por todo lo alto uno de los fines de semana con mayor actividad cultural de los últimos meses y donde la música y el teatro fueron los principales protagonistas.
Por una parte, el afamado gaitero Carlos Núñez celebró en el Jofre un concierto homenaje a su primer disco, A Irmandade das Estrelas, por su vigésimo quinto aniversario. El renombre de este artista, que ha compartido escenario y estudio con auténticas leyendas del folk como The Chieftains, pudo comprobarse incluso en el exterior del teatro, con una cola de pacientes aficionados que bordeaba el edificio.
La actuación de Núñez, no obstante, no fue la única oda a la música que se disfrutó en Ferrolterra. Durante la tarde, la Sociedade Cultural Areosa celebró su ya tradicional Festival de Panxoliñas a favor de Cáritas Parroquial de Piñeiros. El evento, celebrado en la iglesia de Nosa Señora dos Desamparados de Narón, contó con la participación de las corales Alecrín de Brión y Areosa.
Poco después, en la iglesia de Santo Domingo, la AVV Ultramar organizaba su particular concierto de Navidad, con la participación de la coral polifónica A Magdalena.
Por último, la jornada de ayer también supuso el cierre de la quinta edición del festival Fora do Mapa, celebrado a lo largo de toda la semana. Así, durante la mañana el Centro Cultural Torrente Ballester acogió el último taller de interpretación de Andrés Lima y al mediodía, el Mercado da Magdalena fue el escenario de la obra Kintsugi, de Impàs.