16º-23º
viernes | 19 julio | 2024
Ahora que el Racing tiene 8.613 abonados y que se permite todavía soñar con meterse en el playoff de ascenso a Primera, viajar en el tiempo a través de la hemeroteca de Diario de Ferrol anima a comparar a aquel equipo de hace 25 años con el de ahora. Entonces, caía en la liguilla en la que buscaba regresar a Segunda y celebraba haber metido a 6.000 aficionados en A Malata, una cifra que está por debajo de la media de asistencia de esta temporada.
Era el Racing de Arteche, de Manu Miranda, de Manel y Adolfo. Era el de Isidro Silveira, el que remontó el 1-0 en Córdoba con una "manita" en A Malata, pero cayó en Cartagena. Y aquéllo lo contaron tres periodistas del Diario: el actual jefe de la sección de Deportes, Juan Quijano; Raúl Villares, ahora en Radio Galega, y Santi Rey, de Cope Ferrol. Recuerda Jorge Deza, historiador del cuadro verde, que en la temporada 98-99 eran unas 3.500 personas las que se habían hecho socias.
"Arteche se despide de la liguilla" fue el primer titular sobre el equipo en el periódico, en el número uno que salió a la luz el 2 de junio de 1999. José Ramón Arteche, técnico racinguista, estaba a punto de ser sancionado por el comité de competición con cuatro partidos —y una multa de 30.000 pesetas— por su agresión a Paco Sánchez, segundo de Aranguren —entrenador del Cartagonova FC—, al que dio un puñetazo en pleno partido: "En la trayectoria del preparador ferrolano no había sucedido nada igual", escribía Villares.
El Cartagonova, que empató a ceros en A Malata en el polémico partido del 30 de mayo y después venció en casa (2-0), se veía ascendido, pero finalmente el Córdoba le dio la puntilla en el Grupo D. Precisamente, los andaluces fueron los siguientes rivales del Racing y los que lograron su regreso a Segunda. Pero antes, se vieron las caras con los ferrolanos, que estaban dispuestos a dar la sorpresa. "Segundo asalto al ascenso", titulaba Quijano en la previa del encuentro que se jugó el 6 de junio en el Nuevo Arcángel.
"Selu será el encargado de tapar la labor de Lanza, el galbanizador del juego rival. Juan Carlos Sanromán y Manu Miranda actuarán con más libertad en la línea de creación y las bandas estarán bien cubiertas por Manel y Adolfo", escribía el periodista, recordando que el Córdoba había caído previamente derrotado a domicilio ante la Cultural Leonesa y firmando la primera de sus muchas columnas de opinión, titulada esta vez con un optimista "Aprovechar el momento".
El Racing sucumbió aquella tarde, encajando un gol en el minuto 82 por "un error defensivo" —¿les suena reciente?— en un encuentro "muy igualado": "Preocupante, sí; definitivo, no", escribía Quijano, tirando de esperanza y en la misma línea que Arteche, quien lamentaba que "el fútbol es así y hasta el rabo todo es toro". Al día siguiente, en plena resaca, el por entonces gerente del conjunto ferrolano, Ramón Blanco, dejaba su puesto y el Cádiz "tentaba" a Manel, que finalmente se quedó en Ferrol hasta el 2003.
"El Racing prepara una final", decía Villares, precisando que "todos los componentes de la plantilla están muy esperanzados en conseguir un triunfo e, incluso, superar la diferencia de goles". El viveirense Tarrío, uno de los jugadores más destacados de la segunda vuelta, valoraba que "ya no quedan partidos como para andar regalando los puntos".
Santi Rey, por su parte, pedía a los ferrolanos que "pensasen en verde" y escribía que "el Racing necesita el soporte anímico del público", algo que finalmente ocurrió. El sábado 12 de junio hubo una entrada de 6.000 aficionados para ver cómo el Racing resurgía y conseguía "una manita para el Córdoba" con goles de Tarrío, Sanromán, Juanito, Alberto y Manel: "A Malata ardió con los diablos verdes", titulaba también Diario de Ferrol, enumerando el desplazamiento de un millar de cordobeses.
"Con la superioridad ferrolana del segundo período se desató la pasión en el palco, especialmente en el exalcalde Manuel Couce Pereiro, que gesticuló y animó constantemente las acometidas del Racing", decía la crónica. Llama la atención, en la previa al partido de vuelta contra el Cartagonova, cómo se hablaba de la "alimentación de los deportistas, una cuestión fundamental", ilustrando la fotonoticia con varios jugadores comiendo en el bar Tizón y mostrando los vasos de vino con total normalidad.
Villares llamaba a "tomar Cartago", pero "el Racing no supo jugar" y perdió 2-0 el domingo 20 de junio, quedándose sin opciones para el ascenso. "Este año tampoco, se repite la historia, tendrá que seguir militando en el pozo de la Segunda División B", escribió Rey, como punto y final a "un sueño que pudo llegar". Quedaba "un partido de puro trámite" con la Cultural Leonesa, que tampoco se jugaba nada, perdiendo en León por 2-0 y ganando en A Malata por 3-0: "Fue una pachanga", sentenció sobre el primer choque el entrenador de Canido antes de "cerrar por vacaciones".
Entretanto, comenzaban "las rebajas" y la directiva empezaba a hablar con los jugadores sobre su futuro, mientras llegaban los primeros fichajes: "Silveira confirmó que ya hay un acuerdo total con el defensa central del Almería, Alaiz, y con el lateral del Lugo, Pablo Rodríguez", además del "jugador del Deportivo B, Padín". También se anunciaba que los verdes jugarían el 31 de julio el Trofeo Concepción Arenal contra el Valladolid.
El presidente acudía al vestuario a finales de aquel mes de junio para hablar con los jugadores: "Los que no vayáis a continuar, que triunféis allá donde estéis, y los que os quedéis, espero que el año que viene podamos ascender a Segunda", decía Silveira, que vería su deseo cumplido en la temporada siguiente. En esos días llegaba Joaquín del Somozas y el naronés Roberto Batalla. Además, Pazolo y David Martín firmaban por una anualidad más y Quique, Aitor Santos, Bercianos y Mosquera causaban baja del club. Aquel Racing de hace 25 años hizo soñar a Ferrolterra, sirviendo ahora su historia, quizás, para valorar todavía más una temporada, ésta, que en 1999 no aparecía ni en el mejor de los sueños del racinguismo.
