El lugar donde conviven las despedidas y las bienvenidas desde el siglo XVIII

"Un Arsenal de apertas" es el título dedicado a las personas que conforman la Armada
El lugar donde conviven las despedidas y las bienvenidas desde el siglo XVIII
El Almirante Jefe del Arsenal en la inauguración de la exposición | Jorge Meis

Dedicar la vida a la mar supone, entre otras muchas cosas, una despedida constante de las personas a las que se quiere. Si en Ferrol hiciésemos un mapa de los lugares en los que más adioses se producen, uno de los que aparecerían destacados sería el Arsenal.


En la exposición “Ferrolterra, onde dá a volta o mar”, que Diario de Ferrol mantiene en la plaza de Armas hasta final de mes, podrían haberse resaltado muchas cosas del recinto militar construido en el XVIII: su arquitectura, sus buques, sus unidades o su historia. Sin embargo, quisimos poner el foco en aquello que une a todos los marinos que han pasado por allí en estos casi tres siglos: las emociones.


Decenas de familias acuden y acudían a sus muelles en cuanto se escuchan las bocinas entre castillos para recibir a sus seres queridos armados con sonrisas y pancartas. Vuelven allí al cabo de un tiempo para hacer la operación inversa y más dolorosa: la despedida, cuando el armamento son las lágrimas.


En los 25 años de vida de este periódico han sido miles las imágenes disparadas allí por nuestros compañeros fotógrafos, captando los “bicos e bágoas de olas e adeuses”, y también cientos las crónicas anticipando la singladura o haciendo repaso de la travesía. 


Son momentos en los que sobran las palabras y habla el corazón. Por eso, en esta tercera cara del cubo “Ferro e salitre” hemos querido que hablen los escritores y poetas. Así, Xohana Torres nos recuerda que “existe a maxia e pode ser de todos” antes de pronunciar un verso liberador: “eu tamén navegar”

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Torrente Ballester se asoma desde el “Incipit” de “La boda de Chon Recalde” para darnos una de sus más fieles descripciones de Ferrol, mientras Carvalho Calero vuelve a recorrer las calles de su Ferrol Vello para ver si se tropieza “com o neno que fum e que foi outro”. Benito Vicetto también nos habla desde 1846 de un pueblo, el ferrolano, que “mira abatido su Arsenal”

El lugar donde conviven las despedidas y las bienvenidas desde el siglo XVIII
COLABORADORES
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Puerto Ferrol
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