El 7 de diciembre de 2004, el municipio de Ares celebró un acontecimiento que quedaría grabado en la memoria colectiva de sus vecinos y del que este Diario se hizo eco en aquel momento: la reapertura del edificio de la Alianza Aresana de Instrucción, después de una minuciosa rehabilitación que lo devolvía a la vida.
Esta restauración, que se prolongó durante varios años, supuso una inversión cercana a los 480.000 euros y no solo consistió en una puesta a punto del edificio, sino que también representó el renacimiento de un símbolo de la historia local, un emblema de la emigración gallega y de su esfuerzo por fomentar la educación y la cultura, logrando que estas llegasen al mayor número de estamentos posibles.
Como se recordará, el inmueble –un notable ejemplo de la arquitectura indiana en las comarcas– se había construido en la primera mitad del siglo XX gracias al esfuerzo de los emigrantes gallegos en Cuba, quienes lo crearon para impulsar iniciativas de carácter cultural y educativo en su tierra natal. Con la rehabilitación, el edificio adquirió nuevos usos, convirtiéndose, entre otros, en la sede de la biblioteca municipal y completando una oferta que hoy continúa siendo esencial para la villa.
La historia de la Alianza Aresana comienza a principios del siglo pasado, en La Habana, Cuba. Fundada en 1904, esta sociedad de instrucción y beneficencia fue impulsada por emigrantes gallegos con el objetivo de proporcionar acceso a la educación y la cultura a los hijos de aquellos que habían dejado su tierra natal en busca de un futuro mejor.
Las puertas de la escuela sufragada por la Alianza Aresana se abrieron en 1906 –aunque todo el conjunto se cerró con muralla de piedra y hierro en 1911–, erigiéndose como un monumento a este esfuerzo colectivo. La sociedad no solo tuvo un papel fundamental en la promoción de la educación, sino que también sirvió como un lugar de encuentro social, un espacio en el que los aresanos intercambiaron ideas y proyectos.
Con el paso de los años, el edificio fue perdiendo protagonismo y, a principios de la presente centuria, se encontraba en un considerable estado de deterioro. Fue entonces cuando el Concello de Ares decidió intervenir, llevando a cabo una reforma integral para recuperar este valioso inmueble, cuya decoración –la ornamentación de las pilastras monumentales, el diseño ojival de las líneas de las ventanas o el uso de maderas de castaño y pino del país, entre otros– ya apuntaba al modernismo, que no tendría fecha oficial en Galicia hasta el año 1909–.
La restauración del edificio comenzó en 2001, con el objetivo de devolver a Ares uno de sus principales iconos culturales y arquitectónicos. La intervención, dirigida por el arquitecto Vicente Sambade, respetó en todo momento la esencia del inmueble, manteniendo sus características originales mientras se adaptaba a las exigencias de la modernidad.
Sin embargo, la obra no estuvo exenta de complicaciones y es que el edificio presentaba importantes problemas estructurales dada su antigüedad, por lo que requirió de unos trabajos delicados para garantizar su estabilidad y funcionalidad.
La inauguración del edificio renovado fue un momento cargado de emoción para los aresanos. El alcalde de la villa, Manuel Cendán, destacaba en su discurso la dificultad que había supuesto materializar la reforma, pero también hacía énfasis en la importancia histórica de la Alianza Aresana. En su intervención, recordó el sacrificio y el esfuerzo de los emigrantes gallegos que, con sus aportaciones, lograron levantar una institución que no solo había proporcionado educación a generaciones de aresanos, sino que también había jugado un papel clave en la integración de la emigración en la vida cultural de Cuba.
El reciente 120 aniversario de la Alianza Aresana –celebrado en marzo del pasado 2023– permitió rendir homenaje a la historia de la sociedad y a su trabajo, siendo el motor de muchas iniciativas en beneficio de los más necesitados –tanto en Galicia como en Cuba–.
Una narración oral con música en directo, la lectura del acta fundacional y de las bases de la escuela o la interpretación de “Romance de Canelo” –por parte de la agrupación teatral A Cova do Trasno– fueron algunos de los actos diseñados por el Concello para recordar dicha efeméride.