El asesinato, ayer, de una mujer de 46 años a manos de su marido es el cuadragésimo primero en España en lo que va de año, un registro insoportable para una sociedad que pretenda ser igualitaria y abierta. Coincide esta tragedia con la conmemoración del Día contra la violencia de género y confirma, así, que no se debe escatimar esfuerzos ni recursos en combatir esta lacra. Por mucho que algunos quieran disfrazarla o rebautizarla para descafeinar lo que realmente es: violencia machista.