Como casi todo está inventado, vuelven las barras libres al ocio nocturno. Que ahora se llaman todo incluido, que suena mejor. Los locales esperan, eso sí, captar solo a los jovencitos, porque los que ya tienen años de experiencia en bodas, cotillones y demás eventos con este servicio no les salen a cuenta a los hosteleros. Demasiado aguante.