El convenio urbanístico suscrito en 2004 con Lantero mediante el cual la empresa y el Concello de Vilagarcía acordaron el traslado de la industria de Rosalía de Castro, muy cerca de la playa, al polígono de O Pousadoiro todavía colea. Y es que después de 18 años este asunto se está convirtiendo en un “fleco” complicado de resolver en el urbanismo vilagarciano. Los propietarios acudieron a la justicia y los jueces les han dado la razón por la “inactividad” de Ravella en resolver un asunto que permitiría la construcción de viviendas en esa parcela. El caso es que también hay discrepancia sobre si esta controvertida cuestión debe ir obligatoriamente o no reflejada en un PXOM que parece dormir el sueño de los justos, de modo que todo indica que serán los tribunales quienes marquen los tiempos.