La cosa ya no pintaba bien cuando, aún con el partido sin empezar, los abucheos sonaban más que los aplausos. Insultos a voz en grito desde la grada y un festival de protestas, engaños y malos gestos sobre el césped. Jugadores que invaden el campo y otros a los que tienen que sujetar para que no se conviertan en hooligans. Bonita imagen deja la final de la Copa del Rey de 2025...