La celebración de San Antón hace que en muchas parroquias se pueda bendecir a las mascotas. No es que sea una tradición muy propia de la zona, pero es otra manera de atraer fieles a las iglesias. En los últimos años, los niños suelen ser los protagonistas, amigos de llevar desde perros, gatos y pájaros hasta peces o tortugas. Pero lo último son ya los peluches y no solo de animales. Hasta los pokemon quieren agua bendita.