El arenal ferrolano de Doniños estrenó ayer el tarugómetro para contabilizar el número de palos de bateas (tarugos) que se pueden recoger en una hora en una playa. Una forma de concienciar a la gente de la cantidad de estos objetos que nos hallamos en las playas y que dañan el medio ambiente por ser de plástico y, además, fragmentarse. La iniciativa se repetirá el fin de semana en otras playas y es novedosa y de elogiar.