Pocos se resisten a una historia que tenga algo de delito, algo de escándalo y un punto casi cómico. Y muy, muy pocos van más allá de esa primera capa y buscan el trasfondo, el lado humano. A veces, esa es la verdadera noticia. Un hombre necesitado, sin recursos y que depende de la bondad de sus vecinos. Y una demanda de ayuda. El resto es frivolidad.