Hay muchos tipos de amor y lo que tienen en común es su patrón, San Valentín. Los de Fene siempre han conocido el romanticismo de primera mano, sobre todo aquellos que crecieron en el barrio del astillero. Por ello, después de una pausa, un grupo de vecinos y vecinas han traído de vuelta las fiestas patronales más apasionadas del año.
Hay quien podría pensar que una sesión de orquesta en febrero no es buena idea puesto que las inclemencias del tiempo están a la orden del día, sin embargo, en esta parroquia fenesa nunca han temido a la lluvia y, desde la comisión, recuerdan que antaño “eran de las fiestas más grandes” del municipio.
Como todas las tradiciones que han llegado para quedarse en San Valentín, esta agrupación nace de una iniciativa popular, como fueron los inicios del C.P.S. del barrio –producto de los trabajadores de Astano–, hasta el Fenerock, con más de veinte ediciones a las espaldas.
La agrupación que ahora se ha echado a la espalda esta celebración –en la que se entremezclan personas que se llevan 20 años entre sí–, plantea todo tipo de ideas, propuestas e iniciativas porque comparten una premisa indiscutible: “hay que darle vida a nuestro barrio”.
Así, lo que parte como la celebración en honor al santoral va un paso más allá buscando todo tipo de propuestas que permitan volver a poner “en su sitio” al que fue uno de los barrios más movidos del municipio.
Quedan tres miembros de la pasada organización que, junto con diez nuevas incorporaciones, llevan desde octubre trabajando para poder llevar a cabo este evento. A pesar de que el tiempo parece jugar en su contra, ya que la logística de un evento como este dista mucho de ser sencilla, han llegado pisando fuerte y prometiendo continuidad contra viento y marea.
Desde esta agrupación aseguran que “hemos llegado para quedarnos” y la idea va mucho más allá de una verbena. Además de esta tradición tan popular entre pequeños y mayores, desde la comisión quieren que durante el resto del año se puedan impulsar todo “tipo de proyectos socioculturales”. Así, la intención abarca desde actividades deportivas hasta científicas, pasando por muestras culturales “lo que englobaría a la totalidad de la vecindad del barrio y permitiría un mayor dinamismo”.
San Valentín es, en la actualidad, uno de las zonas más envejecidas de Fene y a pesar de que esto podría suponer un handicap en un principio, la comitiva busca incluir a los decanos del barrio en sus actividades. Es por ello que, por ejemplo, en el caso de la fiesta se cuenta con pasacalles de gaiteiros, un punto tradicional “que tiene una gran acogida entre nuestros mayores”.
De esta manera, la idea de “revivir” su zona esperan que se pueda materializar de manera “continua, intergeneracional y poniendo en valor los espacios públicos que hay en San Valentín”, comentan.
Y es que los actos de amor van mucho más allá de las personas pero, a fin de cuentas, dependen de ellas. Así, un grupo que hasta hace poco era “poco más que conocido”, confiesan entre risas”, se han convertido en el que promete ser un motor impulsor para el que fue uno de los barrios más dinámicos de la zona.
Con unas vistas a la ría privilegiadas, la música llegará a Fene el fin de semana más romántico del año en una muestra de cariño por el patrimonio intangible, el calor de un barrio que siempre supo de acoger a foráneos –como hizo con los trabajadores del astillero– y, en esta ocasión con una comida popular que busca recuperar la esencia de antaño, donde la vida estaba en las calles.
El día de los enamorados dará comienzo la fiesta con la actuación de la Orquesta Saudade, quien estará en el paseo marítimo a partir de las 22.00 horas. El sábado amenizará la sesión vermú el Grupo Pasión, quien repetirá por la noche junto con la Orquesta Panamá. El colofón se pondrá el domingo, con la actuación, de nuevo, del Grupo Pasión a partir de las 14.00 horas. Ellos serán los encargados de amenizar la churrascada vecinal, que tendrá lugar media hora más tarde en la carpa de la fiesta. Para asistir es necesario hacer una inscripción y un pago anticipado por ración – con un precio de doce euros–, trámite disponible hasta el próximo día 10 en la biblioteca del C.P.S. de San Valentín.