A Ponte, broche de oro para cuatro décadas en hostelería en Fene

El bar A Ponte, el decano de la parroquia de Fene, cierra sus puertas este sábado por todo lo alto
A Ponte, broche de oro para cuatro décadas en hostelería en Fene
El equipo de A Ponte se despedirá el sábado | D. ALEXANDRE

En 1982, María Jesús Arán se puso manos a la obra. La idea inicial era una librería, pero se le adelantaron. También se le pasó por la mente que una droguería podría estar bien pero, finalmente, abrió las puertas de uno de los locales más conocidos del municipio fenés, el bar A Ponte.


Hoy, Susi –que es como la conocen todos los fieles del establecimiento– anuncia la despedida.


El local lleva más de cuatro décadas funcionando, aunque no bajo la misma gerencia ya que ella tuvo que ausentarse durante un tiempo para cuidar a sus padres. Volvió hace apenas dos años al bar que cogió cuando tenía los 25 recién cumplidos y, este sábado, pondrá el broche de oro a una vida dedicada, siempre con mimo, a la hostelería.


Cuando habla de qué es lo más importante para ella dentro de la barra no hay cabida para las dudas. Está agradecida. 


Los clientes, que depués de tantos años siguen estando ahí, son ya una parte más de su día a día. A algunos los ha visto crecer, con otros ha celebrado compromisos y, con la gran mayoría, ha compartido momentos que se llevará con ella cuando cierre las puertas definitivamente


Hay que tener en cuenta que antaño, el trato con una mujer que estaba detrás de la barra no era el mismo que el de ahora. Eso sí, tiene claro que en su bar nunca cupieron las faltas de respeto. Así se forjó un nombre que ahora mismo es el mayor precedente.


El contexto socioeconómico tampoco era demasiado favorable. La década de los 80 en Fene vino marcado por la reconversión del astillero y, como ella misma asume, “al princpio no fue fácil”. Para Susi hay dos comienzos, ya que con 65 años volvió al frente de A Ponte.


“Tuve que empezar de nuevo, hasta con la clientela porque muchos ya no están en la zona. Los que se quedaron, en cambio, no dudaron en volver una vez que supieron que estábamos de regreso”, comenta la hostelera.


Desde el negocio se ganaron una fama en los fogones que, en su retorno, decidieron no continuar y, es verdad que “hubo quien se llevó un chasco al ver que, esta vez, no había cocina”, confiesa.


El broche de oro


Este sábado, día 14, se despiden por todo lo alto –igual que lo hicieron la primera vez que tuvieron que dejar el negocio–. 


A partir de las 20.00 hay una cita de gala en Fene y, desde A Ponte, está todo preparado para una noche “más que especial”. Contarán con churrasco a precios populares –a seis euros la ración– y música en directo. 


Desde A Ponte dicen adiós, pero antes dan las gracias a todos aquellos que les han acompañado durante 40 años

A Ponte, broche de oro para cuatro décadas en hostelería en Fene

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