La parroquia monferesa de Val de Xestoso vivió este domingo una de las jornadas marcadas en rojo en el calendario: la Feira do grelo, una fiesta ya tradicional que en este 2024 llegó a su XXIII edición. Y es que como dice el refranero popular, “Do nabo sae a nabiza, da nabiza o grelo. Nabo, nabiza e máis grelo, trinidade do galego”. Fueron muchos los que se acercaron hasta el Campo da Festa do Canedo, en donde el evento comenzó pasadas las diez de la mañana, con la apertura de las exposiciones de maquinaria agrícola y artesanía, además de los diferentes puestos de venta de carne, pan y dulces.
Desde ese momento, un sinfín de vehículos transitaban por los viales de camino al evento (organizado por la Sociedade Cooperativa local con el apoyo del Concello) con un objetivo claro: hacerse con un buen manojo de grelos. El tiempo acompañó y quizás con el miedo de que este año la preciada verdura gallega escasea, el trajín de gente se dejó notar ya desde primeras horas. “A xente estivo vindo cedo a comprar, porque o ano pasado houbo moi pouco. Este ano temos máis cantidade. O ano pasado, ás dez e media da mañá, practicamente xa non quedaba”, explicó el miembro de la cooperativa José Manuel González Maroño.
Por su parte, una de las productoras que ofertaba esta mañana su producto, Begoña Carballeira (de Hortabego), apunta en que en jornadas como hoy la cantidad de grelos a la venta es mayor. “Hoxe trouxemos uns 180 kilos aproximadamente”. Apuntó a lo que todo el mundo comenta este invierno: la cantidad de esta verdura es menor a la de otros años. “Hai menos grelo porque choveu moito ata o de agora e fixo un clima bastante cálido. Iso fai que se movan moito os fungos e poden incluso a chegar a desaparecer da finca. De ter moitos pasas a non ter nada. Non é que estean bonitos, bonitos...pero se están bos é o que importa”, bromea Carballeira, que apunta a la característica diferenciadora del grelo de Xestoso con respecto al de otras zonas de la Comunidad. “Os grelos de aquí son moi doces, moi tenros. Son blandiños e fáciles de cocer. Hai noutros lugares nos que son máis amargos, sobre todo, se está á beira do mar”.
La mañana estuvo amenizada por el grupo folclórico Virxe de Cela y a las 12.00 horas comenzó el concurso de mejores madas de grelos y la cesta más adornada. En la primera de las categorías resultaron ganadores Noelia Couto (100 euros), Francisca Fernández (80 euros) y José Prieto (50 euros), mientras que en la segunda se alzaron con los premios Victoria Buján (100 euros); Francisca Fernández (80 euros) y Juan Peña (50 euros). El jurado lo conformaron el pregonero de esta edición, el educador y adiestrador canino Octavio Villazala y el alcalde del municipio, Andrés Feal.
“Hoxe está moi bo día, contamos con dar unhas 800 racións de cocido, pero temos comida polo menos para mil”, aseveraba el portavoz de la Cooperativa a las 12.00 de la mañana. Unas expectativas que se cumplían horas más tarde con la carpa instalada para la degustación culinaria a rebosar. El menú, a 20 euros por persona, incluyó sopa de cocido, cocido (grelos, garbanzos, patatas, costilla, lacón, morro y oreja), requeixo y miel de la zona, además de un agua, refresco o vino. En esta ocasión los encargados de preparar semejante manjar de la gastronomía gallega fue la empresa Trastoy, de As Pontes.
La organización del evento configuró el sistema de manera que los asistentes no tuviesen que hacer cola para degustar el menú, sino que, una vez adquirido el ticket, podían sentarse y esperar cómodamente a que se les sirviera en la mesa.