A. Medín y F. San Ramón, directores de banda: “La música funciona como lenguaje universal, crea amistades más allá de los grupos"

A. Medín y F. San Ramón, directores de banda: “La música funciona como lenguaje universal, crea amistades más allá de los grupos"
Francisco San Ramón y Alejandra Medín en las instalaciones de la asociación | EMILIO CORTIZAS

La puerta del Pazo de la Cultura se abre los sábados a horas a las que muchos siguen durmiendo, incluso llegando a casa. Recto y después, a la izquierda, uno va a dar con una escalera que a las 10.30 horas no tienen nada que envidiarle a las escenas de las películas en las que se cuentan las vidas de los grandes artistas.


Niños y niñas, adolescentes ataviados con violoncellos, clarinetes, baquetas o saxofones se suceden por las instalaciones del espacio municipal. Lo que no todo el mundo sabe es que, en el segundo piso, se encuentran aulas de ensayo en las que un grupo de cellos toca “Noche de Paz”, dos flautas traveseras silban a coro o alguien aprende sus primeros acordes al piano.


Y es que en esta planta se encuentra la Asociación Cultural Musical Sementeira. En un pequeño cuarto que sirve como espacio de reuniones espera la comitiva –los propios padres de los músicos que hacen que la entidad salga a flote–, a la derecha, en una sala repleta de atriles, Alejandra Medín y Francisco San Ramón dirigen, y nunca mejor dicho, a los noveles de la música.


Las puertas de esta pareja de clarinetistas siempre están abiertas para todo aquel que quiera tomar parte y es que quieren transmitir una premisa clara: “pensar en una vida sin música es inimaginable”. Salir a tomar algo, un paseo en coche o las canciones de cuna, “nació con las personas” explican y, entre risas, confiesan que, además, la vida sin ella “sería muy aburrida”.


En el caso de Medín, llegó a la dirección de la Banda Infantil “de rebote”. Antes, ella misma fue parte de los músicos que formaban esta agrupación, por lo que la conocía de primera mano. Pedagoga de profesión, la de Valdoviño pensó que esta formación sería un aliciente para “darle otro enfoque a la música”. 


San Ramón, por su parte, lleva más de dos décadas con la Xove Banda. “Tuvimos la suerte de que la escuela siempre funcionó bastante bien y han salido una gran cantidad de artistas, algunos de ellos profesionales a nivel internacional”, comenta. Asimismo, a sus 62 años, asume que “estaría hasta el último momento disfrutando de la música” y es que, el clarinetista, no se “atreve a pensar” en que había otro oficio esperando por él. Lleva en este mundo desde los ocho años.


Él se enfrenta a edades complicadas, rebeldes, en las que salir un viernes puede tener más peso que un ensayo en la mañana del sábado. Medín, por su parte, lidia con los más pequeños, pero consigue hacerlo funcionar. En este caso, son los ritmos y los acordes los que se adaptan a los músicos. “Hay muchos arreglos hechos para esta agrupación de manera específica, teniendo en cuenta niveles e instrumentos que tenemos”, explica sobre su forma de trabajar. Ambos directores, además, explican que “intentamos que el repertorio también sea atractivo, motivador y desafiante”.


El dúo va un paso más allá, y tienen claro que, a pesar de que “los beneficios de la música ya son más que conocidos, con esta inmediatez que se presupone hoy en día, tener que ensayar de forma periódica o seguir trabajando cuando algo no sale bien es realmente importante”. La paciencia también es fundamental –y aquí coinciden ambos–, “al tratarse de un grupo, el reconocimiento individual también es más lejano, pero te hace funcionar como un todo”.


El trabajo en equipo es uno de los pilares básicos para que esta agrupación pueda mantener el eje de sus actividades y la forma de transmisión no podía ser otra que los acordes.“La música es comunicación, un lenguaje universal que sirve como conexión entre el alumnado. Se forman grupos y amistades que van más allá de la banda”, comenta San Ramón.


Y eso se va a dejar entrever en uno de los conciertos “más especiales del año”, avanzan, el día 27. En ocasiones, la magia navideña hace de las suyas y permite que alguno de los que en su momento fueron de las bandas, puedan subirse al escenario con los miembros actuales. “Se reencuentran, celebramos y es realmente emotivo. Ves a gente que ha salido de esta escuela y que, en ocasiones, ahora son ya directores y vuelven ese día a sus orígenes”.


Si uno no ha tenido la suerte de sentir la calidez de Sementeira, igual tampoco puede entender el grupo que se hace allí dentro. Además del alumnado, los directores non han querido olvidarse de una pieza fundamental para la asociación, un colectivo que, en ocasiones, pasa más desapercibido. “Sin las familias esto no funcionaria”, comentan Medín y San Ramón.


A Narón le espera ahora un concierto de ambas bandas que, quizá, guarde alguna sorpresa entre bambalinas. 

A. Medín y F. San Ramón, directores de banda: “La música funciona como lenguaje universal, crea amistades más allá de los grupos"

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