Los ríos Basteiro y Belelle, en Neda, cuyo desbordamiento ocasionó cuantiosos daños el pasado año en la villa, tiene por fin un plan de gestión de riesgos cuyas propuestas fueron presentadas este lunes desde el ejecutivo del Concello de Neda a los portavoces municipales y a los representantes de la asociación de afectados por la riada.
El resultado parte del estudio elaborado por la entidad pública dependiente de la Xunta y se basa en meses de trabajo de campo y de levantamientos topográficos, tal y como recordó el gobierno nedense. Partiendo de estos contenidos pone sobre la mesa soluciones alternativas para poder actuar de cara a un futuro. Repartir los caudales entre los dos cauces, acorde con su capacidad topográfica (80% Belelle y 20% Basteiro) es una de las cuestiones en las que el Concello coincide con la memoria presentada en su día por el ente Augas de Galicia.
Sin embargo, las conclusiones que este lunes se dieron a conocer por parte del responsable de Estudio Técnico y Consultoría de Ingeniería Integrados ve diferencias entre la realidad y el estudio del ente autonómico, indicando, entre otros aspectos, que “podería haber actuacións máis prioritarias para aproximar a simulación hidráulica da conca a un comportamento máis real”.
El informe municipal discrepa en cuestiones como la importancia de la “falta de capacidade da ponte municipal de Pename” y en el de la AC-115, en los que pone el punto de mira la Xunta, explicando que “no caso da primeira, prodúcese gran afección ás vivendas augas abaixo moito antes de que se manifesten problemas de desbordamento na ponte de Pename, por todos os puntos de aporte intermedio entre o Bellelle e Basteiro”.
Más allá de las discrepancias, el Concello plantea una serie de propuestas para gestionar los riesgos de una inundación. Entre estos está la construcción de un dique longitudinal ancho que eleve unos 90 centímetros el borde del río a lo largo del canal que alimenta los molinos del Carballo y de Moncho y entre estos molinos y el Belelle.
De hecho, en el estudio se plantea que esta sobreelevación podría incluso “constituír unha senda que permita a correcta inspección e mantemento do cauce”. La eliminación de las presas existentes es otro de los planteamientos que el Concello apunta, “favorecendo así a eliminación de retencións no Belelle e as derivacións hacia o Basteiro”.
La implantación de un sistema, telecomandado desde el embalse, para cerrar, en el caso de crecidas, las compuertas de canales de todos los molinos existentes y coordinar los alivios de agua embalsada es otra de las medidas planteadas en esta gestión de riesgos.
Estas soluciones de mayor índole podrían completarse con otras secundarias, tal y como indica el Concello de Neda, que estarían dirigidas a mejorar la capacidad del río Belelle. Solo en ese momento, es cuando el Concello plantea que “tería sentido” la actuación en la capacidad del puente de la AC-115 y de Pename, que son las propuestas que se barajaban desde Augas de Galicia.
Así las cosas, el ejecutivo que dirige el alcalde Ángel Alvariño defiende la necesidad de actuar “conforme a este diagnóstico real”, señalando que es posible que no se encuentre una solución al 100%, ya que “a marea é incontrolable, pero haberá que traballar na idea de retrasar os efectos e os acontecementos críticos o máximo posible”. El informe municipal se presentará a la ciudadanía interesada este jueves, a las siete de la tarde, en la Casa das Palmeiras.
Las lluvias persistentes e intensas que se esperan para estos días ha hecho que la Xunta de Galicia mantenga activado el Plan Especial de Protección Civil ante el riesgo de inundaciones en la comunidad, conocido como Inungal, a pesar de que los ríos se encuentran actualmente por debajo del nivel de seguimiento. Esta medida se sostiene frente a la posibilidad de desbordamientos puntuales que podrían darse estos días.