Viaxes Narón celebra una cifra a la que no todos los negocios llegan. Hoy, en un evento para los más íntimos de la agencia, Pazo Libunca acoge el 25 cumpleaños de esta agencia.

Quizá el secreto de la longevidad sea una característica que, desde sus inicios, mantiene esta empresa. “No somos robots”, explica María José Vázquez, a la cabeza de agencia. El trato personalizado comienza en la propuesta, ellos se adaptan, y se traduce en viajes que cumplen toda exigencia.

Desde dentro

No solo trabajan desde la sede, sino que son una pieza clave dentro de los desplazamientos. Este año, por ejemplo, tenían un viaje programado a Croacia, con 19 personas. Esta ruta tenía una duración estimada de 11 días y ella, queriendo dar lo mejor de sí cuando llegara el momento, cogió una mochila y se fue a recorrer el país en coche. Cuando volvió, acompañada de sus clientes, sabía de primera mano cuáles eran los imprescindibles del lugar.

Hay personas fieles, que llevan media vida dejando en las manos de esta pareja sus vacaciones. Ellos, que llevan lo de viajar en la sangre –y que se lo han inculcado a sus hijas– tienen claro que no hay edad a la que se deba parar y de hecho, Vázquez, suele ser de las más jóvenes dentro de esas vueltas al mundo.

Así, recuerdan a clientes como la “Señora Manola” que cogió su último avión a los 90 años para ir a visitar su familia a Suiza. También se cuela en los recuerdos aquel crucero en el que dos octogenarias fueron las primeras en llegar a la parte alta del Partenon y que, al llegar al barco, decidieron probar todas las opciones que contenía la carta.

Ellos, que han hecho de su pasión su profesión, ahora quieren agradecer la confianza depositada en ellos. Los de Narón avisan, asimismo, de que están más que listos para cumplir otros veinticinco “como mínimo”.