Hace muchos años que Serrat canta que tiene veinte años, concretamente mañana se cumplirán sesenta de "Ara que tinc vint anys" y ochenta de su nacimiento y, como dice la canción, todavía tiene fuerza para muchas cosas porque, a pesar de que hace un año que abandonó los escenarios, su agenda rebosa de actividad.
Solo este mes de diciembre ha recibido la Medalla de Honor de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) en Madrid, el Guardó d'Honor del sindicato UGT-PV en Valencia y ha rendido homenaje a su mánager 'Berry', si bien últimamente también se ha visto envuelto en polémicas, una de ellas por una falsa carta a los palestinos que le atribuyeron o por unas palabras suyas sobre la diferencia entre la justicia de los jueces y la de la vida.
Desde que en diciembre de 2022 se despidiera de los escenarios con un emotivo concierto en Barcelona, su ciudad natal, su presencia se ha multiplicado en otras palestras, como la Universidad de Barcelona, que le ha investido doctor honoris causa, o el Colegio de Arquitectos de Barcelona, donde ha recibido el Premio Nacional de Cultura de la Generalitat.
Pero no sólo los premios le han tenido ocupado, también ha dado charlas en Harvard, ha mantenido su estrecha relación con la ONG Open Arms y ha hecho algunas apariciones en conciertos de amigos, como el del cantautor catalán Joan Isaac.
"Me he retirado de los escenarios, no de vivir", ha comentado Joan Manuel Serrat a los periodistas que suelen aprovechar estos actos para preguntarle que tal le sienta la jubilación.
"Vivo más ajetreado que nunca -reconoce Serrat-, que espera "que esto afloje un poco, porque vivo más acelerado que en mi época de giras".
Pero por el momento no parece que esta actividad frene, porque en enero tiene previsto recoger el Premio Convivencia Ciudad Autónoma de Ceuta y participar en el concierto de Javier Ruibal en Inverfest.
Él no es el único que está activo, también lo están los periodistas que le han seguido desde sus inicios, como Juan Ramón Iborra, que ha publicado recientemente "A propósito de Joan Manuel Serrat".
"Serrat no ha acabado su ciclo, todavía nos va a sorprender", ha asegurado a EFE el autor de este magnífico libro, a medio camino entre el ensayo y la biografía.
En su opinión, la avalancha de premios que está recibiendo estos días le tenía que haber llegado hace tiempo, pero nunca es tarde si la dicha es buena y estos homenajes permiten al cantautor seguir expresándose y transmitiendo pensamientos y emociones, como ha hecho siempre, pero con más palabras y menos canciones.
"Serrat no es solo un músico -afirma Iborra-, es también un referente ético y, como tal, no va a desaparecer. Las personas como él no se jubilan y se dedican a tomar el sol".
El autor de "A propósito de Serrat" está convencido de que el 'noi del Poble Sec' va a continuar comunicándose con su público de diferentes maneras y no descarta que una de ellas sea la musical.
"Joan Manuel ha seguido componiendo y estoy seguro de que tiene el cajón lleno de partituras -advierte-. Ahora está muy ocupado pero, en cuanto tenga tiempo para ello, es probable que edite un nuevo disco".
Lo que resulta más improbable es que se embarque en una gira, porque el propio Serrat ha dicho varias veces que es una fórmula "demasiado exigente" y prefiere utilizar otras formas de expresión.
El cantautor se ha reafirmado muchas veces durante este último año en su decisión de abandonar los escenarios como lo ha hecho, "con salud y sin ninguna razón acuciante para hacerlo".
Serrat está convencido de que es mejor decir adiós "cuando no hay desafección de la gente" y se muestra "feliz de haber dedicado la vida a hacer canciones", algo que sigue haciendo, "en privado, como aquel presidente", bromea.
Pero también es consciente de que la edad obliga a poner límites y habla de la vejez como de una etapa difícil. "No me gusta mucho el camino para donde voy -reconoce el cantautor-, pero como sé que no lo puedo cambiar, corre y saca de ello todo lo bueno que puedas".