Poco o nada hay que explicar antes de un derbi del calado que esta tarde van a disputar en A Malata el Racing y el Depor. Y un entrenador con la experiencia y bagaje de Alejandro Menéndez, lo sabe y lo confiesa. Y no sólo por su importancia a nivel deportivo, especialmente en el aspecto de una hinchada verde “que la tenemos en déficits”.
“Me gustaría mucho, mucho, mucho ganar este partido”, subrayaba con gran énfasis el técnico asturiano, “lo digo de corazón. Mucho más por la afición que por mí mismo o por el mismo equipo. Creo que se merecen una alegría grande, inmensa. Todo el grupo, todo el club está con ese sueño y esa ilusión de ganar el partido de mañana, sobre todo por el referente que es una afición”.
Y desde esas palabras salidas del pecho del técnico asturiano, el encuentro con el que comienza la cuenta atrás de diez últimas jornadas se dirimirá en un “escenario idóneo”, como es A Malata, que es de esperar su bancada vuelva a cifras de, al menos, inicio de temporada. Un duelo que ya se ha vivido de manera especial en los entrenamientos de esta semana con el conjunto racinguista, como así lo apuntó el preparador, indicando que los suyos “entrenaron mejor que nunca. Han trabajado con acierto y una actitud increíble y unas ganas de ganar y sacar tres untos que creo que nos merecemos hace tiempo”.
Un triunfo que los de Menéndez necesitan como el comer para “seguir avanzando, teniendo vida y compitiendo en una categoría en la que hay que estar la máximo”. En una campaña y para un partido, eso sí, que el grupo racinguista “tiene que poner un poco más para ganar, después de las experiencias que estamos viviendo y que haciendo muchas cosas bien nos penaliza algún error y la falta de gol”.
Corazón, trabajo, ganas y tesón han sido los ingredientes que desde que sonó el pitido final en el partido ante el Málaga han condimentado el trabajo verde en A Malata y A Gándara, como señalaba el técnico, trabajando especialmente “esas tareas de cara al gol”. El Racing ya ha “comprado” los ingredientes para que el plato de mañana tenga un sabor ganador y sea “un golpe de moral grandísimo”, para sacudirse ese virus de desgracias del que ha contagiado el equipo. Un grupo con el que como señala Ménendez “el fútbol está siendo injusto”.