Hace unas semanas el encuentro que este sábado disputarán en A Malata el Racing de Ferrol y Eldense estaba, sin duda, marcado en rojo en el calendario de ambas formaciones al tratarse de un enfrentamiento clave para mantener su lugar en Segunda División.
Ahora, con el grupo de Menéndez en la cuanta atrás para saber cuándo será su despedida de la categoría, el choque entre estos dos conjuntos “embarrados” en la zona baja, prácticamente desde el inicio de campaña es asimismo importante, como señala Álvaro Sanz, pero por otros motivos. “Estamos deseando darle esa victoria a la afición”, comenta el jugador de Caspe, que firma en su casillero particular una nada desdeñable cifra de 2.194 minutos con la elástica verde, siendo así el sexto jugador más utilizado en esta campaña.
Una constante presencia, tanto con Cristóbal Parralo como con la llegada de Menéndez, que, si bien no suaviza en absoluto la complicadísima situación por la que atraviesan Sanz y sus compañeros, supone cierta satisfacción personal para un Sanz que se muestra “contente por esa parte, intento ayudar al equipo. Yo he aportado todo lo que tengo, o que me han enseñado, he logrado encajar, tanto yo como mis compañeros”, señala. “Quizás ahora más adelante intento ayudar aportar otras cosas diferentes a las que hacía antes, más atrás”, reflexiona el jugador sobre sus diferentes situaciones en el terreno de juego.
Y por si había dudas, Sanz lo deja claro. “He dado el máximo, no me he dejado ningún esfuerzo. Siempre he intentando dar mi mejor versión, tanto por respeto a la afición como por mis compañeros”, subraya un futbolista que asimismo reconoce que las cosas “no han salido como esperábamos”.
Pueden comenzar a hacerlo para, por lo menos, cerrar con un sabor menos amargo una campaña ácida, prácticamente corrosiva, para club y afición. “Queremos terminar bien, ojalá podamos ganar el mayor número de partidos posibles”, cuenta Sanz, “quedan siete y tenemos la cabeza en el Eldense. Hay que salir a ganar, dejarnos la piel como todos los fin de semanas y conseguir esa victoria que nos daría mucha vida”.
Si bien esa victoria que se le resiste a los de Menéndez no “aterriza” en el casillero verde desde la lograda ante el Levante y el gran culpable de que esto sea así es el desierto goleador en el que navega la nave verde. Una planicie de 719 minutos cuyo final puede llegar, para cierto alivio, este sábado. “Es duro para cualquier equipo, sólo optas al empate. Es culpa de todo el equipo y estamos trabajando para romper esa racha”, señala un Sanz consciente de la losa que ha llevado a su formación hasta aquí.
“Los números hablan, llevamos poquitos goles y muchos encajados”, añade un jugador que ahora sólo piensa a corto plazo, tanto a nivel futbolístico con el Eldense y personal, sobre su continuidad o no en el Racing. “Yo ahora no puedo pensar en el año que viene cuando tenemos un partido tan importante y queden siete jornadas”, sentenciaba el jugador.