Una vez conseguido el ascenso a Segunda, el título de Primera RFEF se lo jugará el Racing frente al Amorebieta, campeón del grupo 2 y que volverá a la categoría de plata nacional dos años después de su primera experiencia en la categoría de plata. El equipo vizcaíno, que fue de menos a más a lo largo del campeonato, acabó proclamándose campeón con 69 puntos –los mismos que el Eldense, segundo clasificado– gracias a las 19 victorias, doce empates y siete derrotas que cosechó, con 48 goles a favor y 29 en contra en el torneo.

Con vistas a esta temporada realizó el Amorebieta un cambio radical en su plantilla –solo siguieron tres futbolistas que habían estado en la categoría de plata–. De ahí que su inicio de campeonato fuese bastante dubitativo –llegó a ocupar la última posición tras la séptima fecha y se pasó casi toda la primera vuelta en la zona de descenso–. Sin embargo, su recuperación fue total en la segunda hasta acabar aupándose al liderato a cinco jornadas del final de la liga regular y terminar celebrando el título y el retorno al fútbol profesional al final.

Estilo

La escuadra que entrena Haritz Mujika presume de realizar un juego de mucha intensidad, más cercano al fútbol directo que al juego combinativo. De hecho, los centros al área desde las bandas son su principal vía de crear peligro al rival, sobre todo cuando juega en su casa, donde ha tenido su principal vivero de puntos de toda la presente campaña.

La escuadra vizcaína destaca, además, por su fortaleza defensiva, especialmente cuando juega en su campo. Pero, sobre todo, por la capacidad del bloque, ya que han demostrado estar muy por encima de las invidualidades más importantes que tiene.