Decía Gerard Casas en anteriores jornadas que a O Parrulo Ferrol le pesaba demasiado su juventud. Que cometían errores propios de la edad que acaban costando mucho. También señaló en su momento que tenían que ser más fuertes mentalmente y el sábado, ante una de las mejores plantillas, lo fueron. Y así lo hizo saber el técnico catalán con una mezcla de orgullo y aviso a sus jugadores para que sigan por ese camino.
“Creo que nos falta carácter y personalidad en el equipo. Que la plantilla sea joven y la mitad nueva, empieza a no valer como excusa. Algunos tenían que dar un paso adelante y hoy –por el sábado– uno lo hizo claramente. Estamos entrenando la parte mental porque hay que ser fuertes y hoy lo fuimos”, indicó el entrenador después de la victoria ante el Unión África Ceutí (7-6).
El preparador de O Parrulo habla sobre un jugador que dio la cara cuando lo tenía que hacer y está claro que fue David Novoa. No sólo defendió como el que más, sino que atacó la defensa africana y, a pesar de tener calambres, anotó el gol de la victoria. Pero no estuvo solo, ya que uno de los veteranos, Rubén Orzáez, tampoco dejó que el equipo se cayese.
Gerard Casas, que no le gusta personalizar las cosas, valoró el esfuerzo realizado. No solo el de ellos, sino el de los ocho jugadores que utilizó.
“No destacaría a un ninguno. Íbamos muy justos de efectivos y teníamos que ser muy sacrificados y generosos. David estaba con calambres y pensaba que no podría volver a entrar. El fisio le trató, nos ayudó y lo quiso volver a intentar y acabó haciendo el gol de la victoria. Rubén estaba completamente agotado. Tenía momentos en los que su cara en pista no era la de siempre. Él siempre quiere estar un poco más, pero estaba al límite. Rumbo y Domingos también estaban muertos. Creo que hicieron todos un esfuerzo espectacular”, apuntó.
Sin duda, ese sacricio vino acompañado por el apoyo de la afición que no dejó que O Parrulo se viniese abajo. El público quería ganar a toda costa y así lo demostró durante todo el encuentro.
“Sinceramente, la afición estuvo de once. Cuando más se les escuchaba fue cuando las cosas estaban complicadas. Cuando nos pusimos 1-3, apretaron. Nos ayudaron mucho. Eso marcó la diferencia. Nos hicieron creer. Nos explicaron que ellos también necesitaban esa victoria. A Malata ganó los tres puntos”, indicó Casas.
Ahora, el conjunto ferrolano debe coger este partido como ejemplo y salir con la misma actitud en todos los encuentros. El primero en el que debe demostrar esta evolución es en Ejido, una de las pistas más complicadas.
“Nos iremos a Ejido, a uno de los campos más difíciles de la liga, pero los haremos con mentalidad ganadora. No nos podemos relajar porque si perdemos dos duelos nos vamos para el pozo. Hay que ir a ganar cada choque porque está todo muy competido”, zanjó el técnico catalán.