7º-11º
sábado | 21 diciembre | 2024
El nombre de Juan Carlos, “Charly”, Suárez suena en San Sadurniño por ser el del entrenador que puso esta pequeña localidad en el radar del voleibol nacional, allá por 2018, cuando el Intasa San Sadurniño daba su primer e histórico salto a Superliga.
En 2020, los caminos del coruñés y el club se separaban, “en buenos términos”, cuenta Suárez, que siguió manteniendo contacto con figuras capitales como Uxio Garcia y Pablo Parga, jugadores suyos ahora convertidos en presidente y entrenador del club, respectivamente. “Cuando trabajas de esto sabes que hay ciclos deportivos que se acaban, y hay que irse de los sitios”, relataba Suárez sobre su marcha.
El último par de años, “maravillosos” para este todoterreno del voleibol, los ha pasado al frente de las júnior del Emeve Lugo, que en ese periodo se proclamaron campeonas nacionales en su categoría –2023 y 2024–. Diferencias con la directiva de la entidad lucense le llevaban a retomar este verano la senda que conducía de vuelta a San Sadurniño. “Esta opción era volver un poco a casa, donde me van a tratar bien y el día a día va a ser sencillo”, compartía Suárez, que tras especializarse, casi inadvertidamente, en la formación de base, asume actualmente en el club local un reto “a medio plazo”.
Y es que lleva algo más de dos meses ejerciendo como técnico del Aldebarán infantil, labor que compagina con su papel como coordinador de la base del club, el de director técnico de la Federación Gallega y sus responsabilidades con el combinado cadete gallego y el sub 18 femenino nacional, del que ahora es primer entrenador. Lo consigue “durmiendo poco la verdad”, bromea, “al final es todo voley y está encadenado”.
Como nuevo coordinador de las categorías inferiores en San Sadurniño, Suárez tiene una visión clara de lo que necesita la entidad. “Tiene potencial, en el área de Ferrol hay mucho voleibol, pero falta esa profesionalización. Mucha gente juega, pero poca entrena”, comenta.
Menciona la escasa presencia que viene observando entre las filas de las distintas selecciones gallegas juveniles. “No hay prácticamente gente de aquí, tenemos que darle una vuelta a ese trabajo de base”, valora, por lo que una de las principales misiones con los más jóvenes del Aldebarán será “engancharlos al volei, que no lleguen a cadete y se me vayan”.
Resulta lógico entonces “empezar por los más pequeños, para establecer un método formativo”. Este curso, entrena al equipo infantil, jugadores nacidos en los años 2013 y 2014, “están super motivados y yo también. Me río mucho con ellos”, comparte. Es consciente de que el suyo es un deporte en el que resulta difícil iniciarse, “el balón nunca para, no es como el futbol o el baloncesto, que puedes coger la pelota, pararte y decidir qué vas a hacer”.
Por ello, aunque ha elevado el nivel de exigencia técnica, reconoce que en estos momentos se encuentra en un “proceso de entendimiento”. “Yo también tengo que aprender, es más fácil que un entrenador se adapte a doce chavales que no que doce chavales se adapten a un entrenador”. Conseguir que no se frustren es un importante primer paso, sobre todo, cuando este fin de semana tengan su debut anual en la competición de la Liga Gallega.
Adicionalmente, este domingo dos de sus pupilos acudirán a concentración masculina celebrada en Noia, de cara a preparar el Campeonato de España de selecciones 2025. El Municipal de la villa acogerá asimismo y por segundo fin de semana consecutivo otra jornada de tecnificación autonómica, orientada en este caso a jugadoras infantiles y cadetes. En el fortín del Aldebarán ya se celebraba el pasado viernes 1 de noviembre la primera jornada de supervisión y control del curso, también para jugadores en esas edades.
El técnico sabe lo duro que es jugar al máximo nivel sin el respaldo adecuado. Pionero en ese sentido con el club, la permanencia del Intasa en Superliga 2 esta temporada fue “una decisión sabia”. Aunque “es cierto que siempre está arriba”, mencionó las diferencias de presupuesto entre el Intasa y sus competidores más directos en la categoría de oro, como Lugo o Palma –a quienes cedieron la plaza–. “Tenían la ilusión de hacerlo, pero hay que tener los pies en el suelo, ha sido el paso acertado. Tienen potencial como para llegar donde el año pasado y estando Parga qué decir”, opinó.
