Pedro Coronado, Coro –Valdepeñas, 1991–, ya sabe lo que es ascender a Primera directamente y, también, a través de un playoff. Para esto último no hay que remontarse mucho: el año pasado, sin ir más lejos, lo jugó con el Peñíscola. El sábado –17.45 horas, A Malata– inicia ese mismo camino con O Parrulo, un equipo en el que, reconoce sin dudarlo, le gustaría seguir “más tiempo, pase lo que pase en los playoffs”.
¿Cómo llega al playoff tras haber acabado la temporada regular en una dinámica tan positiva?
Creo que llegamos en un momento inmejorable, llevamos una racha buenísima. Tuvimos un bache a principio de año, pero también es un poco lógico que a lo largo de la temporada tengas un bajón, sobre todo por problemas físicos. Lo importante es que nos supimos recuperar bien, entramos en una dinámica buena y llegamos de la mejor manera posible porque hemos tenido la suerte de que hasta el último partido nos hemos estado jugando ser terceros y eso lleva a que no bajes el nivel competitivo. Todos estamos bien, Rumbo incluido, así que ¡a por todas!
Tiene experiencia en este tipo de partidos. ¿Qué factor es el más importante, quitando la calidad de los jugadores?
Hay que entender que en los playoffs somos segundo, tercero, cuarto y quinto, y todos los partidos, por lo tanto, van a ser igualados. Sería muy raro que no fuese así. En todos los partidos siempre hay momentos de crisis, siempre, y hay que saber gestionarlos; el que lo hace se suele llevar la victoria. Además, hay que cometer los menos errores posibles. El Alzira es un equipo que, por su manera jugar, vive mucho del error del contrario, por lo que debemos hacer nuestro juego, sencillo, sin alardes, e intentar ser efectivos. Por último, creo que será importante tener la cabeza fría.
¿Qué papel va a jugar la afición de O Parrulo?
Recuerdo el año pasado cómo estaba el pabellón en el partido en el que se jugó la permanencia... Estoy convencido de que estará, si no lleno, casi. El apoyo de tu afición te permite salir antes de los momentos de crisis que se producen en cada partido. También es cierto que no hay que pecar de ansiedad, porque es algo que puede pasar, y lo digo desde la experiencia: hay que tener la cabeza fría y estar seguros de que nos van a alentar hasta el pitido final.
El objetivo cuando llegó al club en verano era estar aquí en este momento. ¿Cómo valora su temporada?
Desde el primer momento me transmitieron mucha confianza y cercanía. La gente siempre atenta, dispuesta a echarme un cable. Estamos algo lejos de casa, es cierto, pero super a gusto en una ciudad en la que se vive muy bien. Tanto fuera de la pista como dentro nos hemos encontrado cómodos y esas sensaciones se acaban plasmando en la pista.