Con seis bajas contaba el Racing a inicios de semana y, a pesar del movimiento que se producía estos días en la enfermería verde, con seis bajas se personarán todavía hoy en el Nuevo Pepico Amat. Brais y Rober Correa –trabajo de readaptación–, Jauregi –reposando– y, finalmente, Cabaco de nuevo, así como Manzanara y Carballo –esguince de rodilla– tras el partido contra el CD Castellón, figuran en la lista.
“No estamos teniendo fortuna en este sentido”, reconocía este sábado Cristóbal Parralo, señalando que, al menos hasta ahora, experimentan incidencias incapacitantes “prácticamente cada jornada. Por temas musculares, pero también por golpes, sobrecargas...”, enumeraba el entrenador antes de partir a Elda.
Quizás lo que más le mantiene alerta en estos momentos, el riesgo de lesión que a su vez enfrentan aquellos de sus pupilos que están asumiendo “más minutos de los que tocarían”. “Cuando tienes bajas y muchos partidos durante la semana es más complicado, jugadores que a lo mejor en otras circunstancias podrías dar descanso o recuperación, no puedes. Y eso sí que me preocupa”, compartió.
El preparador se encontraba a su vez en un dilema ante el papel de los recién recuperados, como Luis Perea, en el inminente choque con el Eldense, “lógicamente una cosa es que tengas el alta médica y otro tener el nivel competitivo como para poder aguantar esos minutos”, contaba sobre el madrileño, pero aludiendo también a la situación de Aitor Gelardo, que “lleva dos días trabajando con nosotros, es muy complicado arriesgar con jugadores que llevan tan poquito”.
”No queremos que se lesionen, va a depender un poco de las necesidades que tenga el equipo al final”, resumió el “míster”, admitiendo con todo que “a veces te ves obligado a tomar esos riesgos, y a veces puedes mantener un poquito esa calma, porque tienes jugadores”. Y hasta ahora, con algo de esa “calma” han podido hacer frente al dominó de caídas en una temporada en la que el club ferrolano se proponía prevenir antes que curar, aunque de esto último no se hayan librado.
“En la planificación vimos lo que nos pasó el año pasado en la segunda vuelta con Josep y con Chuca, y sabíamos que teníamos que protegernos un poco más, sobre todo por lo que hablamos muchas veces, el no tener filial hace que cuando tengas algún problema se resienta el equipo. Intentamos tener a algún jugador más en el medio campo –con seis cuenta el equipo–, además de David Carballo, que también está aportando”, contó Parralo.
La alineación inicial para esta tarde, como viene siendo habitual, se decidirá en el mismo día, “más o menos tenemos claro como queremos jugar”, relató el técnico, explicando que “a partir de ahí, intentar escoger a los mejores jugadores para llevarlo a cabo”.
Ni la disponibilidad de jugadores, ni un nuevo partido intersemanal –el encuentro copero con el Barakaldo, a dirimir el próximo jueves–, va a ser impedimento para que la escuadra verde se vuelque en su cita de la decimoséptima jornada.
“Ahora vamos con todo a jugar contra el Eldense”, declaraba Parralo, él y lo suyos centrados en cambiar el desenlace de los últimos dos partidos, “hemos tenido situaciones muy claras y quizás podíamos haber tenido un resultado diferente”, admitía, si bien considera las oportunidades perdidas un gaje de su deporte. “Una cosa es que se fallen ocasiones y otra es lo que se genera”, aclaró, este último factor, el que le importa, el entrenable.
Y para el desgaste mental que sufran sus jugadores a causa de esos deslices, la única cura “te la dan los resultados, lo que hay que hacer es buscarlos”, afirmó el entrenador cordobés. “En cuanto a disposición, no tienen ninguna duda y lo están demostrando en cada entrenamiento para revertir esta situación”, zanjó.