El postrero penalti anotado por el Racing de Santander en un campo de A Malata sobrevolado por nubes y claros hace que la situación clasificatoria del conjunto ferrolano sea un tanto distinta a la vivida, por ejemplo, hace sólo siete días.
Fuera de las posiciones de playoff desde el pitido final de la jornada “si el partido hubiese acabado sin esa jugada, estaríamos hablando de que estamos en playoff, de que el equipo está bien... pero cuando no se consiguen los puntos, de nada valen las sensaciones”, señala un preparador que, asimismo, apostilla a este respecto que “sí que éstas son importantes, es una manera de ver que el trabajo de la semana se refleja en el campo y para mí la mejor manera de encontrar la victoria es buscando esas sensaciones”, así como unas señas de identidad que hace que el Racing, uno de los “novatos”, esté donde está.
Con la tarea pendiente de, precisamente, volver a sumar de tres en tres, son, de nuevo, esas repetidas sensaciones las que pueden llevar al triunfo y, viceversa, una victoria es lo que, asimismo, alimenta esas sensaciones. “Vamos a seguir dando pasitos, a ver si la conseguimos esta semana y tener esa sensación de que puedes ganarle a cualquiera. Eso es lo que busca el jugador”, añadía el preparador racinguista.
El primer paso en el camino del Racing para recomponerse se da mañana en Cartagena, ante un rival con el que empató en A Malata casualmente en el minuto 93 y con un tanto de una de las ausencias en las filas verdes para este choque –y desgraciadamente algunos más–, Álvaro Vadillo.
Un conjunto murciano que, como muchos otros de la competición, en esta segunda vuelta ha dado un giro de timón para evitar, en su caso, el naufragio. Los de Calero son uno de los mejores de este nueva fase de la liga, saliendo de los puestos de descenso. Y con esa inercia de seguir sacando la cabeza recibirán al Racing. “Están haciendo las cosas bien. Es un equipo que, ya lo dijimos cuando vino aquí, que sorprendía un poco que estuviera tan abajo, porque tienen buena plantilla”, analizaba Parralo, “le han podido dar la vuelta, encontrar el equilibrio y ese pelín de suerte, y sabemos que va a ser un partido duro, ante un equipo con mucha experiencia, muy físico”, destacando también de su rival de mañana su potencia en los duelos, balones divididos y juego aéreo.
Teniendo muy claras las cualidades de su rival, Parralo tampoco duda de las fortalezas de los suyos. “Tenemos que ser nosotros mismos”, reiteraba el entrenador, sabedor de que “somos un equipo que rápidamente se nos reconoce nuestra manera de jugar. Nosotros tenemos otras condiciones diferentes a las del rival. Prefiero apostar por lo nuestro, por nuestras fortalezas, no un me tapo la cabeza y me destapo los pies”, sentencia el técnico.
Así, apostando por su juego, el grupo de Parralo confía el sumar tres puntos de una tacada y, en lugar de dar un pequeño paso hacia la salvación, conseguir en Cartagena esa zancada que deje a los verdes a tres o cuatro puntos de hacer de Segunda su casa un año más.