Navarro tiene dos citas en el campeonato que acoge esta semana la ciudad lituana de Vilna: se estrena hoy en la categoría de 200 espalda, mientras que el sábado lo hará en los 100 metros. El joven de 17 años afirma encontrarse en buen estado para afrontar el desafío europeo. A nivel mental,  es un torbellino de determinación, emoción y algo de nervios, dispuesto a “competir al máximo nivel, que es algo que siempre he querido”, cuenta.

Hace tan solo unas semanas se proclamaba campeón juvenil de España en esas dos modalidades que son ya su especialidad, pero no deja de mostrase cauto al establecer sus objetivos para el encuentro continental, “mejorar mi marca, intentar llegar a unas semifinales y, si estoy en ellas, intentar luchar por un puesto en la final”, explica el nadador.

Unas metas que no parecen descabelladas, considerando la trayectoria reciente de este mallorquín naturalizado en Ferrol: Navarro validó su ticket a la competición europea tras su paso por el Campeonato Nacional júnior de la disciplina en el que además del título en 100 y 200 espalda, lograba la mejor marca gallega en esa última categoría; adicionalmente, el año pasado pudo competir en el Festival Olímpico de Juventud. Admite que se siente orgulloso de lo que ha logrado  y “creo que me merezco estar aquí”, declara.

Preparación idónea

En los días previos a su debut en la piscina olímpica Lazdynai, Navarro se ha volcado en sus entrenamientos junto al resto de integrantes del conjunto nacional, con quienes ha podido trabajar previamente en dos concentraciones de la selección nacional. 

Para el joven nadador, en su camino hacia el campeonato europeo ha recibido la mejor preparación que podía pedir, “creo que el trabajo hecho por parte de mis entrenadores ha sido idóneo”, comparte, “ya está hecho, y lo que toca ahora es disfrutar, darlo todo y a ver qué tal, siempre con ganas”.