Con la Liga Gallega de clubes recién finalizada tras una cuarta y última competición autonómica celebrada en el pabellón coruñés de Monte das Moas, los y las halteras del Gaman CrossFit –que firmaron la novena y octava posición en la tabla general– piensan ya en una próxima campaña que comenzará en enero y que, en boca de una de sus entrenadoras y deportista, Naomi Piñeiro, suena muy prometedora.
“Fue la última prueba de la directiva que había y para la próxima campaña vamos a tener nuevos deportistas”, señalaba la preparadora, “vamos a triplicarnos en altas, está genial y eso es gracias a la gran afluencia que tienen las clases de halterofilia, que a la gente le encantan”. Una excelente acogida, que como ya apuntaba Adri López, dueño de este “box”, es, además, eminentemente femenina como, casi un año y medio después, subraya de nuevo Piñeiro, que habla asimismo del gran crecimiento que está teniendo la base de este deporte.
Una nueva andadura en competición que contará con un equipo conformado por once chicas y trece chicos, todos ellos procedentes de unas clases de halterofilia en la que tanto Piñeiro como otros técnicos aprovechan para realizar esa “caza” de talentos entre un alumnado al que “les gusta mucho y quieren dar ese pasito más y meterse en competición”.
Así, mezclando la veteranía de otros nombres de campañas pasadas con estas nuevas adquisiciones, en donde también hay movimiento es una directiva que ahora pasa a estar presidida por el ya competidor Jhon Pena, el más veterano de los halteras del club, con más de cinco décadas de experiencia vital, frente a compañeros que por poco superan la veintena.
“Es genial, está muy implicado, le gusta mucho, siempre le decimos que es un friki de la halterofilia”, cuenta entre risas Piñeiro, “y la verdad lo va a coger con mucho entusiasmo. Estoy segura de que esta temporada también va a ir muy bien”.
Un abanico de cifras en absoluto sorprendente para Piñeiro, señalando que “realmente no hay edad para esto, para empezar. Una vez que eres mayor de edad, compites en el club, lo único que cuenta es tu peso”, animando así a todas aquellas personas a las que la curiosidad les pique un poco más de lo habitual, sacudiéndose miedos y prejuicios.
Un “enganche” tanto para jóvenes como para más mayores que llega, entre otros aspectos, gracias a que “son unos ejercicios en los que se mejora muy rápido, poco a poco vas subiendo más de peso, ves que técnicamente lo haces mejor y en las clases tienes mucho ‘feedback’”.
Y si el paso de crecer con nuevos deportistas y el riego de su ya numerosa cantera está en marcha, también lo está el hecho de ir mejorando registros para, entre otros objetivos, acudir a otras citas gallegas, como es el caso del Campeonato Autonómico –además de la Liga en la que ya están participando–.
“La temporada pasada conseguí hacerla”, cuenta Piñeiro, que espera en la próxima campaña contar con más compañeros alcanzando estos registros mínimos y así “seguir creciendo como club también".
Una progresión en la que, sin duda, sus halteras más jóvenes se convierten en una de las piedras angulares. Una cantera que crece a pasos agigantados, tanto por unos padres y madres asimismo usuarios del "box" como por el boca a boca entre amigos. “Tenemos la clase de los niños y paralelamente la de mayores”, cuenta esta deportista, “y normalmente dejan al niño entrenando”. Y ahí empieza todo, como señala una de sus entrenadoras.
Con niñas y niños de entre los 5 a los 13 años, “los papás ven que están contentos en clase, que se les trata bien, que aprenden, hacen deporte y que al final se les inculca unos valores”, cuenta Piñeiro, que confiesa su pasión por dar estas clases.
“Me encanta, me gustan mucho los niños, me formé para trabajar con ellos, me dan mucha energía y es muy agradecido ver cómo van mejorando”, cuenta una Piñeiro asimismo enamorada del crossfit, pudiendo juntar en Gaman estas dos facetas, añadiendo sobre su metodología que “hacemos muchas dinámicas de equipo, trabajo en grupo, trabajamos las emociones”.
Un trabajo que se duplicó desde su inicio, pasando de dar una clase por semana de una hora, a dos fechas con dos horas en cada una –”y aunque todavía no hay overbooking, están llenas llenas”, cuenta contenta y satisfecha su profesora– para estos jóvenes halteras.
Y este mismo entusiasmo es el que les transmite, en este caso, a unas pupilas que serán las primeras de la entidad naronesa en competir en una cita autonómica. Gala Fernández, Lola Vizoso, Sara Villares y Gala Piñeiro entrarán en liza en el próximo Campeonato Gallego, a disputarse, precisamente a finales de este mes.
“Hicimos como una pequeña selección de las niñas y niños que estaban mejor preparados en la disciplina, porque eran muchos y son ellas las que van a esta cita”. Una prueba que para estas edades de base se valora la técnica, la ejecución de los movimientos, sin importar el peso a levantar.
Un proceso de crecimiento que es, asimismo, el que mes a mes, año a año, siguen trabajando dentro del “box” naronés para que, una vez más, germine y crezca una disciplina que en la ciudad, cabe recordar, contó con nombres de gran peso nacional e internacional como Díaz Mbang o Carmenza Delgado.
En el panorama deportivo local, el nombre de Naomi Piñeiro no es desconocido. Y es que la local, ahora inmersa en la enseñanza del crossfit y otras disciplinas, estuvo durante muchos años de su vida “sumergida”, merced a su condición de practicante de natación artística en el Sincro Ferrol. “Estuve durante quince años en el mundo de la sincronizada”, recuerda alegre y con nostalgia la ferrolana de 27 años, “durante ocho años fui nadadora y luego otros siete entrenadora”. Un entrenamiento para la enseñanza que Piñeiro lleva practicando desde bien joven.
Y, de repente, en su vida se cruzó el crossfit. “Fue un cambio de 180 grados”, cuenta entre risas de pasar prácticamente todo el día en el agua a seco. “Llegué a una edad en la que me apetecía cambiar”, cuenta, “y fue más o menos en la cuarentena”, sumando ahora a su experiencia como entrenadora de artística otros dos años en crossfit. “Pasé a levantar barras casi sin pensármelo. Nunca creí que hubiese algo que me llenase tanto como me llenaba la sincro en su momento, pero sí”.