Sin tiempo para relajarse o respirar tranquilos, ni estos días, ni en el contexto global de la competición. Así prosigue la semana grande del Racing de Ferrol, que daba el pistoletazo de salida contra el Huesca a una maratón de cinco encuentros en quince días. "Hemos recuperado bien del partido del domingo", compartía Cristobal Parralo antes de partir hacia territorio burgalés, en compañía de una expedición ferrolana "con ilusión, ganas de volver a competir y de intentar sumar tres puntos".
El margen para trabajar ha sido justo, y estos días, la recuperación ha sido precisamente protagonista en el "impasse de un partido a otro", como relató el técnico, en especial, para los jugadores que han disputado más minutos en la última jornada. "Hoy hemos trabajado ya todos en bloque, con ese plan de partido para intentar tener las ideas claras mañana cuando salgamos al campo", contó.
Su misión ha sido también la de evitar una sobrecarga mental en sus pupilos, "no puedes hacer mucha carga cognitiva, hay que intentar ser muy claro en los objetivos que quieres que los jugadores cojan", explicó. Los automatismos y "nuestra manera de entender el juego", ejes centrales entrenados también en estas tres sesiones, algo que "hacemos siempre, pase lo que pase en los partidos, ganes o pierdas, juegues mejor o peor".
Para la ocasión, serán sin embargo ellos los que se personen algo más descansados en El Plantío, habiendo disputado los anfitriones del Burgos su último partido liguero este mismo lunes. "Lógicamente han tenido un día menos de descanso", planteó el 'míster' racinguista, aunque casi más como un recordatorio de lo que le depara la liga al equipo verde "al final es lo que hay, tenemos que adaptarnos tanto ellos como nosotros cuando nos toque".
Con menos vértebras en la médula de la escuadra ferrolana, y por ello también desprovistos de dos capitanes, lo de haber puesto en práctica el prevenir antes que curar —y mucho queda todavía por curar— da tranquilidad a Parralo. "Tenemos un poco la experiencia de las temporadas anteriores", decía al exponer que una "idea principal" al planificar la plantilla para el curso fue la de poder reponer sin que ello repercutiera carencias.
La disponibilidad del juvenil David Carballo podría ser crucial también para este jueves. "Venimos hablando de eso últimamente, vamos a usar a los jugadores que creamos convenientes en cada partido intentando tener una lógica, un modelo de juego", afirmó Parralo, que recurrirá a las "connotaciones de cada futbolista" para contrarrestar las fortalezas del oponente de turno, pero con una idea cohesiva "que siempre va a ir por delante".
Cuentan con que dentro de poco se una también a ese plan Erik Cabaco, "otro componente más para ayudar al equipo", decía su preparador, que además subrayaba su regreso por otro factor: la rivalidad saludable entre compañeros, "por eso queremos tener siempre mínimo cuatro centrales, para que haya esa competencia".
Y no solo en cada entrenamiento; el esfuerzo y la garra, espera, tiene que ser la misma en cada acción del próximo partido, como la que pudo ver sobre el campo jugando contra el Huesca —con once, o con diez—. "Eso es vital, y así tiene que ser siempre, nos vamos a encontrar ahora con un rival herido, que va a salir con un grado alto de intensidad, que va a intentar dominar, ser fuerte, ganar duelos...y si nosotros no equilibramos eso, por mucho que queramos jugar estamos perdidos", sentenció, realizando su ya habitual advertencia semanal: "No podemos relajarnos, estamos en una situación para morder, para trabajar, para darlo todo en el campo, esa es la visión que yo tengo".