O Parrulo deja escapar un 2-0 al comienzo de la segunda mitad que echó por la borda el genial trabajo que había realizado durante los primeros veinte minutos del partido (2-2).

A pesar del cansancio físico que arrastraba de la eliminatoria copera frente al Cartagena, el cuadro de Gerard Casas salió con mucha más intensidad que su rival, el Melistar. Encontró mucho más fácil los espacios en ataque y en defensa no dejaron ningún hueco gracias a una presión muy asfixiante.

Precisamente, a través de ella llegó el primer tanto del partido. Robó Rubén Orzáez en pista propia y avanzó unos metros. Levantó la cabeza y vio el desmarque de Iván Rumbo. El capitán corrió a la banda y cuando le salió el portero, mandó el balón a la escuadra.

A Malata festejó y mucho este  tanto, pero quería más. Igual que su entrenador. El Melilla, medio grogui, siguió sin asomarse al área defendida por Mati Starna y dejó muchos huecos a la espalda.

O Parrulo aprovechó eso para anotar el segundo tanto. Una gran combinación entre Orzáez y Morgato, acabó con el 10 "parrulo" mandando el balón al fondo de la portería.

Apenas habían pasado ocho minutos, pero parecieron 50. Al menos para los visitantes. Tomás de Dios paró el encuentro. Abroncó a los suyos y estos mejoraron algo. Crearon más oportunidades, pero sin mucho peligro. Los locales rondaron el tercero para desesperación del técnico rival. Por suerte para ellos, no llegó y el partido se fue al descanso con un 2-0 algo corto.

Y tanto que era un marcador corto. Nada más empezar la segunda mitad, el Melilla salió con otra cara y en un par de minutos logró empatar. Primero Joaki recortó por medio de un penalti muy polémico y luego Salvi aprovechó un error en la salida de balón para  poner el 2-2.

A partir de aquí, comenzó una batalla táctica. Ambos equipos movían las piezas, pero ninguno quería cometer ningún error. Sin embargo, no contaban con las faltas –cinco para cada equipo– que aumentaron aún más la tensión.

Tuvo el conjunto ferrolano varias oportunidades al final, entre ellas un larguero de Morgato, pero no logró marcar.  Finalmente, el partido acabó 2-2. Un resultado que deja a los ferrolanos tristes por el buen rendimiento que tuvieron en la primera mitad.