Piscina vacía en Riazor

El Racing se ahoga en un terreno de juego herculino en el que su falta de últimos pases y definición chocó con la calidad individual de un Yeremay que brilló para llevar a los coruñeses a su primera victoria
Piscina vacía en Riazor
Yeremay fue el encargado de marcar las diferencias en Riazor ante el conjunto verde / Quintana

La presión parecía repartirse a partes iguales en la tarde de este domingo en un Riazor repleto, con Dépor y Racing sin terminar de arrancar durante una primera parte en la que las mayores sacudidas llegaron, desgraciadamente, con las bajas por lesión de Aitor Buñuel – en el minuto 31 con un fuerte golpe en la cabeza, por el que recibió puntos– y el delantero Álvaro Giménez, en el 42 –por molestias musculares–.  


Hasta ese momento, coruñeses y ferrolanos protagonizaron un duelo a la espera durante gran parte de este primer tiempo. Aguardando el error contrario y un contragolpe ganador que no llegó en estos primeros 45 minutos. Los primeros saques de esquina –dos– del Racing cuando no se habían cumplido diez minutos hacían presagiar otro escenario. Yeremay dio los primeros chispazos para el Dépor en casa y poco después fue Lucas Pérez el que “agitó” un poco más el avispero de la bancada blanquiazul, en cualquier caso sin mostrar el aguijón.

 

Las jugadas a balón parado se erigían como las mejores ocasiones para un grupo coruñés y otro ferrolano a los que se les veía sin mucha fluidez, una circunstancia que parecían solucionar los de Idiakez, cuando restaban 20 minutos para el descanso. Un nuevo córner deportivista hizo trabajar a Jesús Ruiz tras un tiro de Mella que volvió a inquietar a los verdes poco después, en esta ocasión como ejecutor de este saque de esquina con Yeremay como protagonista, en el 29. Fueron los minutos más blanquiazules de una primera mitad atascada, en el que otros dos corners cambiaron el rumbo del duelo. 

 

El primero, con un gran despeje de Perea y a continuación, en el segundo, un fuerte golpe entre Pablo Vázquez y Aitor Buñuel terminó con el primero jugando con gorro de piscina y con el racinguista visiblemente aturdido, sangrando y siendo cambiado por Delmás (min. 37). Nuevo revés para el ya corto banquillo ferrolano. 


El Dépor se hacía con el control del balón, si bien sin poder avanzar en el centro, merced a las bien colocadas líneas verdes. Y parecía que los herculinos habían esperado hasta estos últimos minutos para desenfundar sus mejores llegadas, con José Ángel Jurado con un lanzamiento propiciado por un error defensivo verde. Y fue a continuación cuando llegó otro de los disgustos racinguistas, con Álvaro Giménez pidiendo el cambio

 

Entró Jauregi para intentar echarle agua a una piscina coruñesa en la que el Racing se estaba ahogando en seco. Lo volvieron a intentar los de Parralo de nuevo a balón parado con una falta en tres cuartos a la que no llegó Manzanara a rematar. Un primer tiempo que terminó en el área racinguista con una carrera de Mella que no llegaba a rematar de cabeza.

 

Lo individual marca la diferencia

La segunda mitad comenzó de nuevo con el Dépor buscando su premio en esta ocasión con Jurado como protagonista. Fueron los siguientes minutos en los que el Racing parecía volver a encontrar la tranquilidad perdida, con más combinación y control, si bien sin encontrar ese último pase ganador. Y fue en este despertar verde cuando Riazor se iluminó con el brillo individual de Yeremay. El canario se inventó un zapatazo raso desde la izquierda que encontró un camino sin oposición a la meta de Jesús, que nada pudo hacer para evitar el 1-0 en el minuto 54. 


Un jarro de agua fría que, por contra, pareció espabilar a los verdes, que tuvieron sus mejores ocasiones buscando esa rápida igualada. Chiki se quedaba corto para enganchar una volea tras un córner, el remate de Naldo se iba por el lateral y la clara ocasión de Jauregi se quedaba en un quiero y no puedo al escoger un tiro que, de haber sido por alto, el meta Helton no hubiese podido tapar cuando corría el minuto 62. Estas fueron las últimas brazadas del Racing que vio cómo Yeremay casi lograba calcar la jugada con la que había adelantado a los suyos. El Dépor buscaba el segundo de la tranquilidad en con Jurado y Lucas Pérez y con Jesús Ruiz volviendo a salvar a su equipo del gol. 


Los saques de esquina verdes se morían sin premio y las carreras de Dorrio no encontraban rematador en un Riazor que evidenció la falta de soluciones racinguistas en unas, este domingo aumentadas, precarias circunstancias. Los cambios de Parralo no se tradujeron en ese picotazo final, ni como grupo ni en individualidades, que le falta el grupo verde y que ayer le costó una dolorosa caída al vacío en Riazor. 

 

Deportivo de La Coruña: Helton, Villares (Jaime, min. 90), Pablo, Martínez, Ximo, José Ángel (Mfulu, min. 80), Mario Soriano (Davo, min. 80), Mella (Petxa, min. 80), Lucas Vázquez, Yeremay (Obrador, min. 88) y Barbero (Bouldini, min. 64).


Banquillo: Eric Puerto, Germán, Dani Barcia, Petxarroman, Davo, Mfulu, Jaime, Hugo Rama, Bouldini, Patiño y Obrador. 


Racing Club Ferrol: Jesús Ruiz, Puric, Naldo, Chiki, Josep Señé, Fran Manzanara (Álvaro Sanz, min. 68), Dorrio, Brais Martínez (Moi Delgado, min. 79), Álvaro Giménez (Jauregi, min. 44), Aitor Buñuel (Delmás, min. 37) y Luis Perea (Gelardo, min. 68).


Banquillo: Bernad, Yoel, Delmás, Álvaro Sanz, Álex López, Jauregi, Gelardo, Manu Vallejo, Moi Delgado y David Carballo. 


Gol: 1-0, min. 54: Yeremay. 
Árbitro: Arecediano Monescillo (colegio castellanomanchego)
Asistentes: Christian Valverde Monsalve y Samuel Sanz Torcal.
Cuarto árbitro: Álvaro Rodríguez Recio.
Tarjetas amarillas: Deportivo:  Ximo (min. 48), Mario Soriano (min. 80), Obrador (min. 94) Racing CF:  Chiki (min. 46).

Piscina vacía en Riazor

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