La formación de la escuadra ferrolana, a pesar de su consistencia en sendos partidos ligueros –tanto en composición como en calidad de juego–, todavía acusa algunos de los males que sembraban la duda sobre el nuevo Racing antes del humilde, pero bien solventado, debut contra el Málaga del 17 de agosto.

 
Si bien la buena sintonía entre jugadores ha sido una de las gratas sorpresas del inicio de temporada, el míster del club verde es consciente de que no todos han llegado en el estado óptimo a la competición, “Todavía hay gente que necesita estar al cien por cien, pero para eso tenemos la plantilla”, afirmaba. Se da así el caso de que el sábado algunos disputaron sus 90 minutos gracias al fuelle adquirido durante la pretemporada, figuras como Buñuel, Manzanara o Puric, entre otros.

Por otra parte, compañeros con algo de acondicionamiento por delante, como el recién llegado Manu Vallejo –destinado a tomarle el relevo en la banda izquierda a un Chiki que, en palabras del míster, “está cumpliendo”– o los casos de Brais y Perea –participación intensa pero con temporizador– tienen pendiente consolidar su permanencia en el terreno de juego. 

Contra el rival del sur, a los cambios que insuflaban más aliento al equipo se sumaban la entrada de Jauregi y Álex López, propuestas para revitalizar el centro y la punta del conjunto, ya que el diagnóstico principal por la falta de gol –compartido desde las gradas, el banquillo y el campo– se resumía, un día más, en no llegar a finalizar las jugadas con eficacia,  intentándolo más de uno, con sonados disparos de Luis Perea, Giménez o Dorrio. Con todo, el trabajo de presión y los consecuentes robos, así como el juego aéreo de la escuadra verde eran citados como armas a vigilar por el entrenador visitante, Guillermo Abascal.

A la tercera va el Depor

Con la primera derrota en liga se cumplían los temores iniciales ante el doble estreno en casa. Armado con un punto de seis, así marchará el Racing hacia Riazor el próximo domingo, potencial escenario, ahora hecho realidad, que Cristóbal Parralo tenía ya presente durante la pretemporada. “Lo tenemos que afrontar y no hay excusas, a partir de ya preparar el siguiente partido y no hay más”, sentenciaba sobre el anticipado choque contra el Deportivo.

“Al final es un derbi, es muy ilusionante para todo el mundo”, comentaba Jesús Ruíz al término de ese segundo partido, “Creo que es una oportunidad para darle a la afición unos tres puntos que van a tener mucha más importancia”. El equipo al completo tiene claro el siguiente paso, que será uno de otros tantos en la misma dirección: seguir por el camino que han comenzado a trazar, trabajar y no perder el hambre por ganar. Hambre que, en todo caso, promete volverse más insaciable y alentadora hasta que, inevitablemente y como presagiaban ayer entrenador y jugadores, la victoria “caiga de nuestra parte”.