Goles anulados por fueras de juego milimétricos, penaltis parados y otros que quizá sí lo debían haber sido... lo único que no hubo en el duelo de ayer en A Malata fueron puntos para un Racing de Ferrol que hizo méritos para tenerlos. 

Pero si bien y como señaló el técnico visitante José Alberto López sobre su récord de siete duelos ganados como visitante de manera consecutiva “por eso no te dan ningún premio”, al conjunto ferrolano tampoco le toca nada por protagonizar un gran partido –especialmente en su segunda mitad– y rozar el empate hasta el último minuto. Nada material, nada que cambie sus cifras en la tabla actual, si bien sí que el duelo ante el líder de la clasificación servirá, una vez reposado el dolor de la derrota, como refuerzo y para trabajar tanto en lo malo como en lo bueno. 

En el debe mejorar, para un Manzanara que encadenó su quinto duelo consecutivo de titular y durante sus 90 minutos “sobre todo a mejorar acciones como las vistas en la primera parte en las que nos han generado peligro”. Mientras, en el apartado positivo se queda con “los centímetros para el gol de Bebé, las ocasiones que hemos tenido, hemos intentado hacer lo trabajado durante la semana... pero ellos han demostrado que son un equipo bueno y las que han tenido han ido para dentro”. 

Manzanara, con cuatro campañas ya de filosofía gallega en las piernas tira de un indiscutible “es que no hay más. Hemos hecho bastantes cosas buenas, a aprender de lo malo, y a por el siguiente. Cada fin de semana hay otro distinto y no nos podemos quedar atrás”.

Cara y cruz

Sin poder ver el vaso medio lleno tras la derrota, a pesar de las cosas buenas vistas en A Malata, en las filas racinguistas, “esperemos que la moneda caiga de nuestro lado otra semana”, señalaba el portero Jesús Ruiz. 

Y los ferrolanos tienen un nuevo lanzamiento este sábado en tierras vascas, un duelo en el que ya estaban enfocados al abandonar en la tarde del domingo su campo de A Malata. “Ahora a por el Eibar”, sentenciaba Manzanara, con la intención de finalmente poder sacudirse el fango de la parte baja de la tabla. “Cuando estás abajo es complicado sacar la cabeza, pero lo hemos demostrado en la segunda parte, nos ha faltado materializarlo y el equipo ya piensa en el siguiente”.