No hay manera de que el Racing saque algo bueno de sus partidos. En Oviedo acumuló su undécima jornada sin conocer la victoria tras encajar una goleada excesiva para lo visto sobre el terreno de juego, pero que confirma la incapacidad del cuadro de la ciudad naval para marcar un gol y la facilidad con la que los recibe. De ahí que siga en la penúltima plaza, ahora a 18 puntos de la zona de permanencia y más cerca que nunca de consumar el descenso, que podría hacerse efectivo en unas semanas en función de los resultados.
Mientras que el Oviedo saltó al terreno de juego tratando de hacer valer su teórica superioridad –la calidad de sus futbolistas ofensivos se tradujo en varias situaciones de peligro–, el Racing tuvo la intención de mantenerse firme e intentar que pasasen pocas cosas. Así que, cediendo casi por completo la posesión a su rival, el encuentro discurrió al ritmo que quería un cuadro “carbayón” al que, sin embargo, le faltaba claridad a la hora de culminar sus acciones ofensivas.
A medida que los minutos fueron pasando, el empuje del Oviedo fue a menos. En tanto, el Racing se iba encontrando cada vez más cómodo, pertrechado en su parcela defensiva y buscando la manera de encontrar huecos en la zaga local. En este fase del partido fueron apareciendo las ocasiones de gol –Alemão dispuso de la más clara para el cuadro local, en tanto que Josep Señé y Dorrio demostraron que el conjunto de la ciudad naval no había ido de paseo–, pero ninguno acertó a materializar ante los porteros contrarios.
Con el partido circulando por aguas bastante tranquilas, los dos contendientes parecieron firmar un armisticio en los últimos minutos de la primera parte. De ahí que al descanso se llegase con el empate inicial y todo por resolver para la segunda, en la que tanto el Oviedo como el Racing iban a tratar de materializar algunas de las ocasiones que tuviesen.
En vista de que la situación estaba más o menos controlada –sobre todo a nivel defensivo–, el Racing se atrevió en los primeros minutos de la segunda parte a acercarse a los dominios de la portería rival. Un par de coladas de Dorrio y el juego entre líneas de Álvaro Sanz fueron el reflejo de que el cuadro verde quería estirarse más de lo que había hecho hasta entonces. Sin embargo, una acción en la que el grupo local puso en acción a sus peloteros más reputados se convirtió en un centro de Sebas Moyano desde la izquierda que Colombatto, dentro del área, cabeceó al fondo de las mallas.
El gol no evitó que el Racing siguiese mostrándose tan suelto como se estaba manifestando en este período. Pero su incapacidad para marcar se hizo entonces más palpable que nunca, sobre todo en una acción en la que Jauregi envió la pelota al poste para hacer que el casillero racinguista siguiese a cero. En cambio, el Oviedo acertó a marcar en otras dos llegadas y consiguió dos goles, de Nacho Vidal y Fede Viñas, que rubricaron el resultado para el cuadro local (3-0).
Oviedo 3-0 Racing |
Real Oviedo: Aarón; Nacho Vidal, Luengo, Dani Calvo, Lucas Ahijado (Pomares, min. 76); Sibo, Colombatto; Seoane, Santi Cazorla (Portillo, min. 73), Sebas Moyano (Hassan, min. 62); y Alemão (Fede Viñas, min. 73). Campo: Carlos Tartiere. |