En el aire está la celebración del partido de la vigésimo quinta jornada del campeonato liguero de grupo 1 que mañana debía enfrentar al Racing con el Extremadura. La plantilla del club de Almendralejo confirmó ayer, en una rueda de prensa dada junto al secretario general de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), Diego Rivas, que mantiene la huelga convocada el viernes de la semana pasada y que derivaría en que el cuadro azulgrana no jugaría mañana en A Malata.
Los reiterados impagos que sufren los futbolistas del cuadro extremeño, además del estado en el que se encuentra la residencia donde se alojan los jugadores llegados de fuera –Rivas desveló que carece de agua corriente y comidas–, son las principales causas de esta medida. Así lo explicaron Álex Murillo y Javier Piteiro, dos de los capitanes de la plantilla del Extremadura, que ejercieron de portavoces del resto del grupo. “Queremos tener motivos para competir de una manera justa y para ello es necesario ver las soluciones con una propuesta adecuada del club”, dijo Murillo a este respecto.
El futbolista, además, explicó que esta medida de presión pretende provocar la reacción del club y que aporte el dinero que le adeuda a los futbolistas. De ahí que Murillo aclarase que “estamos a la espera de que llegue una propuesta, y de hacerlo, consideraríamos ir adelante o no con esta huelga”, aunque es consciente de lo difícil de esta situación. De hecho, durante el mercado de invierno ya fue la causa de la salida de varios futbolistas que estaban en la plantilla.
En caso de no presentarse, el Extremadura sería descalificado de la competición, puesto que ya no compareció al encuentro que en la primera vuelta lo debía enfrentar al Deportivo en Riazor. “Pero los futbolistas no podemos ser considerados responsables si echan al club de la competición”, expuso Murillo antes de que Rivas señalase que “los futbolistas son las víctimas, nunca los culpables”.