Todo sigue igual, o peor, para Racing y Burgos más de un mes después

La salvación estaba a ocho puntos a finales de enero y ahora a once
Todo sigue igual, o peor, para Racing y Burgos más de un mes después
El duelo de la primera vuelta finalizó con empate a un tanto | Alfaquí

La bola extra, esa cuyo peso puede decantar la balanza a favor de la salvación o hundir todavía más en el fango del descenso, echa a rodar en la tarde de mañana en A Malata. Un auténtico combate entre Racing de Ferrol y Burgos por mantener vivas sus opciones de continuar en la categoría.  


Ferrolanos y burgaleses vuelven atrás en el tiempo, a esa vigésimo cuarta jornada en la que por motivo de la borrasca Herminia se tuvo que suspender el encuentro que ese domingo 26 de enero se iba a dirimir en A Malata. Y si bien entre esa fecha y la actual la competición ha seguido, como es lógico, su curso habitual, la situación para los de Alejandro Menéndez y los del exjugador racinguista Ramis no ha cambiado en absoluto. Al menos en lo que posiciones se refiere y todo ello con mucho menos margen de maniobra para conservar su plaza. Una situación en la que la posición más ventajosa, dependiendo de ellos mismos, la sigue teniendo el Burgos. 


Los blanquinegros siguen ocupando esa peligrosa posición entre al abismo y la tranquilidad. Un decimoctavo lugar en el que ya se encontraban en la vigésimo cuarta jornada, por aquel entonces con 27 puntos, fruto de sus siete victorias y seis empates. Unas cifras que aumentaron con los dos triunfos logrados por los de Burgos ante el Racing de Santander y el Zaragoza, pero no les han permitido escapar de esta plaza ni separarse de la zona roja. Ya que si hace cinco encuentros la distancia era de tres puntos respecto al Eldense, ahora es de dos.

 

Viviendo en la escasez 

Los números del Racing tampoco han crecido los suficiente, en su caso para salir del hoyo. Los de Menéndez han aumentado en uno su casillero de victorias, pasado de tres a cuatro, merced al triunfo logrado ante el Levante, y de 19 a 22 puntos.


Una cifra muy escasa y con la que se encuentran a once de su rival de mañana –a finales de enero estaba a ocho– y a nueve del Eldense –con el que se medirán a finales del próximo mes de abril, quizá todavía vivos o ya pensando en el nuevo proyecto en la categoría inferior–. Unas trayectorias durante toda la temporada en el alambre que tanto en el caso racinguista como en el burgalés les ha costado el puesto al técnico con el que comenzaron esta campaña en la categoría. 


En el caso verde a un Cristóbal Parralo que se quedó a pocos partidos de ser el técnico con más duelos en el banquillo ferrolano, y en el caso burgales a Jon Pérez Bolo. Este último ya en el mes de octubre. Un movimiento de fichas que ni en el caso verde ni el blanquinegro han servido para mejorar la situación de unos equipos que mañana en A Malata pelearán por poner vendas a sus heridas o, en el caso ferrolano, entrar casi en paliativos. 

Todo sigue igual, o peor, para Racing y Burgos más de un mes después

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