Irene Lobo, la gallega de 54 años que triunfa como modelo

Irene Lobo, la gallega de 54 años que triunfa como modelo
La modelo Irene Lobo. I INSTAGRAM IRENE LOBO

Un sector tan complicado como el de la moda se ha encontrado con Irene Losada, a la que conocemos como Irene Lobo, la modelo gallega de 54 años que está triunfando y además, que ha llegado para quedarse. A día de hoy, es una de las imágenes más buscadas en Galicia. Triunfa no solo por sus rasgos faciales y por su pelo canoso, que tanto la caracteriza, también por su alegría, energía, buen rollo y actitud. 

 

A sus 52 años y por equivocación, un día entró en el Salón White en A Coruña y, a su lado, había una joven a la que Irene no conocía de nada. Se trataba de Paloma Gras: “comenzamos a hablar y al poco me propuso hacer una editorial con ella. Me dijo que estaba buscando un perfil como el mío y que si quería hacer una sesión de fotos. Pensé que me estaba tomando el pelo, pero le dije que sí”, añade Irene.

 

 

En el momento de la propuesta, que fue post covid, Irene se encontraba en el paro: “yo no sabía lo que se me venía encima. Hicimos ese shooting y a partir de ahí vino otro, y otro, y otro más. Este año, en el mes de junio entré en la agencia Uno Models. El verano estuvo parado, porque son vacaciones y casi no hubo trabajo. A partir del 30 de agosto me llamaron de nuevo y comenzaron las campañas. Y ahora esto es un no parar. Estoy trabajando para varias firmas y estoy feliz. Muy feliz”, destaca Lobo. 


En el mes de noviembre ya viajó tres veces a Madrid para realizar varias campañas y además, cada vez que viaja, aprovecha para ir a otros de los muchos actos que ofrece la ciudad: “en Madrid hay tanto que hacer. Yo voy por motivo de trabajo y de repente, ya me han invitado a un evento por la tarde, otro por la noche y otro a la mañana siguiente. La penúltima vez que fui estaba invitada a un desfile, salí del desfile y me cambié en el taxi porque ya tenía otro evento detrás. En mi vida me pude imaginar eso. Es muy divertido”. 

 

 

Irene no se cansa de dar las gracias a Paloma: “el apoyo de Paloma fue increíble. Ha sido mi descubridora, me ha ayudado muchísimo. Nada de lo que es Irene Lobo existiría sin su ayuda y eso es una realidad, fue la que ha creado un poco esta esencia. Ahora está trabajando como estilista para otras firmas. Lleva tres semanas fuera y a mi me parece que lleva un año. Irene Lobo sin Paloma se queda un poco coja. Yo tengo esta energía y esta imagen, pero esa tendencia y ese toque un poco más rompedor es creación de ella. Nada es único y exclusivamente de ella, ni nada exclusivo de Irene. Es de las dos. Es una pata de banco muy importante en mi vida. Y además, me río mucho con ella. Tenemos una amistad muy buena y muy difícil de explicar”. 

 

“El mundo de la moda es un sector complicado. Yo ya soy una mujer hecha y derecha. Me pueden hacer daño, como a todo el mundo, pero ya estoy formada. Si me llaman gorda o delgada, me da igual. Y si me llaman guapa o fea, pues también. Soy lo que quiero ser, ya lo he decidido. Si mi yo de hace 30 años, tuviese que salir al mercado laboral en este mundo, me podría morir, porque no sería ni lo suficientemente alta, ni lo suficientemente rubia, ni lo suficientemente delgada. En la actualidad hay un abanico mucho más grande. Tengo mi estilo, y en mis redes lo muestro de forma publicitaria. Yo me veo reflejada en mucha ropa que la gente de mi edad, no se vería capaz. Mi generación piensa mucho en lo qué se debe y no se debe hacer. En las generaciones de ahora, ya optan por el pensamiento de lo que quieren o no quieren hacer. Y yo, en ese aspecto, me parezco más a las generaciones de ahora, hago y me pongo lo que quiero", destaca Irene. 

 

 

Tiene un par de proyectos en el aire para los próximos meses que está deseando poder contar: “en el mundo de la moda todo funciona de forma muy rápida. Es posible que hoy te diga que tengo un viaje a Copenhague y otro a Barcelona y mañana te tenga que decir que se canceló todo y que me voy a otra localización diferente. Y puedo ponerte un ejemplo real. La primera vez que viajé a Madrid con Paloma tenía todo programado para los siguientes tres días. En cuanto me bajé del tren me llaman de la agencia y me dicen que se ha cancelado todo. Media hora después, tenía otra construcción, y cinco veces mejor. Entonces pensé…¡qué suerte que se haya caído todo lo anterior! y te aseguro que era bueno. Porque lo que vino, fue increíblemente mejor”.  

 

Ha llegado para protagonizar exitosas campañas: “en el mundo de las pasarelas soy un poco novata, por ahora, solo he desfilado para Adolfo Domínguez. Trabajé con Miista; con Bimba y Lola hice una campaña hace muy poquito y sinceramente, es muy difícil explicar lo que me encontré allí, fue maravilloso; con Lefties hice dos campañas; el trabajo con The Jimenas fue precioso; también hice hace muy poquito un anuncio para Opticalia, que todavía tiene que salir y que es muy potente. Y otras muchas, todas son especiales”. 

 

 

Irene disfruta de cada campaña como si fuese la última, y para el próximo año, espera poder seguir cumpliendo sueños en este sector: “me pellizco para saber si lo que me está ocurriendo es real. Cuando era más jovencita era muy nerviosa. Ahora, cada vez que me voy a enfrentar a una nueva campaña y me pongo un poco nerviosa me digo: Irene, disfrútalo porque no se si esta será la última vez que voy a estar haciendo esto”. 

Irene Lobo, la gallega de 54 años que triunfa como modelo

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