Más de 60 animales vararon en las costas de Ferrolterra el año pasado

Más de 60 animales vararon en las costas de Ferrolterra el año pasado
Delfín varado esta semana en la playa de Doniños | Jorge Meis

Cada año, miles de animales aparecen varados en las costas de todo el mundo. Este fenómeno puede afectar tanto a ejemplares saludables como a aquellos que están heridos o fallecidos y las causas que lo producen, explican los expertos, son múltiples. La Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños (Cemma) presentó recientemente su evaluación sobre estos sucesos en Galicia durante el año pasado, con un balance de 689 ejemplares de diversas especies. Esta cifra confirma la tendencia ascendente iniciada hace tres años y que supone más del doble de la media anual registrada entre 1990 y 2022.


En el caso de las comarcas de Ferrol, Eume y Ortegal, los datos del organismo cifran en 64 el número de animales varados, siendo el municipio de Ferrol –con doce kilómetros de costa– el más afectado con diferencia, con 29 casos. Le siguen el de Valdoviño  con 16 y el de Mañón con seis. El resto de las localidades con litoral registraron menos varamientos en 2024 o incluso ninguno, como aconteció en Cabanas y Neda. Ortigueira recibió la llegada de cuatro animales, uno más que Pontedeume. Con dos sucesos se situaron Cariño y Cedeira, mientras que en los concellos de Fene y Narón solamente se contabilizó un caso. 

 

 

 

 

En cuanto al tipo de animal que llegó a las costas de Ferrolterra, desde Cemma destacan el delfín, que representó el 66% de los casos –el 55% se correspondió con el delfín común, seguido del mular o arroaz (10%) y el listado (4%)–. La entidad pone el foco, también, en las tortugas comunes, que supusieron el 16% de los varamientos en las comarcas el pasado año.

 

Desestacionalización

Tradicionalmente, las llegadas se concentraban en los meses de invierno, especialmente entre febrero y marzo. Sin embargo, en los últimos dos años, este patrón ha cambiado drásticamente, con un aumento significativo en verano –en julio y agosto–, hasta el punto de que la cantidad de ejemplares encontrados en los meses estivales superó la de los meses fríos. “O océano está cambiando de forma moi rápida, máis do que somos capaces de explicar, e os animais están a indicarnos iso”, explica Alfredo López, portavoz de Cemma. La razón de este cambio en la estacionalidad podría estar relacionada, indica el biólogo, con la disponibilidad de alimento. Muchos de los animales que llegan exhaustos a las costas gallegas recorren grandes distancias en busca de sustento que antes encontraban en otros lugares. “Sabemos que están navegando moita distancia sen alimentarse e, cando chegan, xa están esgotados, ata o punto de morrer de cansazo”, expone López.


Otro factor clave para el incremento de los varamientos registrados en los últimos años es la interacción humana, concretamente, la relacionada con la actividad pesquera. “Como comentabamos, os golfiños e outras especies achéganse á costa buscando alimento, pero atopan unha forte competencia coa pesca humana. Moitos morren atrapados nas redes ou feridos polas embarcacións”, explica López. 

 

 

 

 

Los datos de Cemma confirman que alrededor del 30% de los cetáceos que aparecieron en buen estado para ser analizados presentaban indicios de captura accidental, llegando al 50% en el caso del delfín común, la especie más afectada por los varamientos en Galicia en 2024, con 614 ejemplares contabilizados.

 

Avisos

Desde Cemma inciden en que la detección temprana y el aviso a las autoridades es fundamental para intervenir en casos de animales vivos o en buen estado para su evaluación y recuperación. Sin embargo, como señala Alfredo López, muchas personas optan por divulgar los hallazgos en redes sociales en vez de contactar directamente con la entidad o con el servicio de emergencias (112). “Se non se notifica rapidamente é moito máis difícil actuar”, lamenta, añadiendo que, en el caso de animales muertos, su pronta localización agiliza el proceso para que sean retirados de los arenales. “Con semellante número de varamentos, neste momento debe haber uns corenta golfiños ciscados polas praias. A solución non é fácil, pero, se non se avisa, aínda é máis difícil”, expone. De hecho, la ONG dispone de un número activo las 24 horas del día para este tipo de casos (686 989 008).


Además de la comunicación de avistamientos, la ciudadanía puede contribuir a disminuir el impacto humano en la fauna marina reduciendo la contaminación por plásticos o realizando un consumo responsable de la pesca. “Eu non digo que non se deba comprar peixe, pero o que si que debemos é facelo de maneira consciente, tendo en conta que no prezo non van incluidos os golfiños que morren pola actividade pesqueira”.

 

 

 


En cuanto a la presencia de plásticos marinos, asegura que “todas as tartarugas que rehabilitamos no 2024 botaron plásticos durante os primeiros quince días de recuperación. Isto indica que o lixo mariño segue sendo unha ameaza seria para a fauna”, advierte López.


El biólogo explica que la presencia de estos animales en aguas gallegas “é común, porque nacen no Caribe, introdúcense na corrente do Golfo e pasan fronte as nosas costas para volver ao lugar de orixe”.

 

Especies

En su criba de lo acontecido en 2024 en la comunidad gallega, Cemma cuantifica en el 89% el número de casos relacionados con los cetáceos. Las tortugas, por su parte, supusieron el 5%, seguidas de los tiburones (3%), lontras (2%) y pinnípedos –como focas o morsas– (1%). “Ademais foron rexistrados 17 peixes de diferentes especies (atún, peixe espada e peixe roda)”, explica la entidad.


Junto a Ferrol, los municipios de A Coruña, Bueu, Carnota, Fisterra y Vigo superaron los 20 ejemplares varados el año pasado, al estar “orientados ao mar aberto ou nas bocas das rías”.  

Más de 60 animales vararon en las costas de Ferrolterra el año pasado

Te puede interesar