El bypass temporal de la calle Nueva de Caranza, que conectará los barrios de Ultramar y Esteiro durante la demolición del antiguo túnel del mencionado vial, ya se encuentra operativo.
Las previsiones del Ministerio de Transportes –antes Fomento– pasaban por habilitar este nuevo acceso a lo largo de la tarde de ayer, un hito que se demoró hasta pasadas las 20.00 horas pero que finalmente se completó en la franja programada. La apertura, asimismo, vino acompañada del cierre de la vieja infraestructura, que comenzará a demolerse, si no se presentan imprevistos, a partir del próximo lunes.
La clausura, de este modo, se realiza, por la parte de Esteiro, a partir de la rotonda del Diapasón, mientras que en Ultramar se mantiene la circulación hasta la boca del túnel, dado que el bypass se sitúa en el margen izquierdo del mismo –circulando desde la carretera de Castilla–, en paralelo a Santa Comba. Asimismo, la nueva rotonda de la Trinchera ya está completamente operativa tras varios días en los que no se permitía realizar giros.
Por su parte, desde la Asociación de Vecinos del barrio celebraron este nuevo hito, dado que marca el inicio de la fase final de las obras. No obstante, la presidenta de la entidad, Natalia Ares, lamentó la falta de comunicación por parte de la administración central, apuntando que desde la última reunión con la Dirección General de Carreteras no habían tenido nuevas noticias y que muchos vecinos tuvieron que enterarse de la apertura del bypass y del cierre del túnel a través de la prensa local.