Tan solo unos días después de que comenzase a ejecutarse la actuación de humanización del segundo tramo de la avenida de As Pías, desde los puntos kilométricos del 0+600 al 1+100, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana anuncia la adjudicación, por 4,3 millones de euros, del primer tramo de este vial, FE-14, que se pretende integrar en la trama urbana con esta actuación.

Se trata ahora de los primeros 600 metros de la avenida y la intervención –que busca la urbanización y “calmado” del tráfico en este tramo, para mejorar la seguridad, impulsar la movilidad sostenible y romper las barreras entre barrios– forma parte del Plan de 

Recuperación, Transformación y Resiliencia.

Con la obra prevista para As Pías la sección transversal actual de 2x2 carriles será sustituida por una sección humanizada, que mantendrá dos carriles por sentido, pero destinando el izquierdo a la circulación y funcionando el derecho como vía de servicio, para dar acceso a las intersecciones, aparcamientos y paradas de autobuses.

Las obras incluirán también zonas verdes en ambas márgenes, la construcción de aparcamientos, carril bici y otro destinado al peatón, además de incluir alumbrado y semáforos.

Efecto barrera

El efecto barrera al que se pretende poner fin pasa por situar al mismo nivel la avenida de As Pías con las zonas urbanas del entorno. Actualmente la carretera consta de doble calzada, con delimitación de accesos y de enlaces a distinto nivel, lo que no da opción a una integración en la malla urbana y constituye un impedimento físico para la permeabilidad de vehículos y peatones entre ambas márgenes y los barrios situados en ellas.

Con la situación al mismo nivel se potencia la continuidad de los barrios de Esteiro, los Ensanches, O Bertón y Caranza, los más beneficiados de esta actuación urbanística.

Para ejecutar la transformación y la integración como vial urbano se construirán dos rotondas, una de conexión de la FE-11 con FE-14 y otra para conectar la avenida de As Pías con la calle Marqués de Santa Cruz.

El proyecto global está financiado con cargo al programa de mejora de entornos urbanos –105 millones– de los fondos Next Generation.