Una demanda recurrente del sector empresarial es la reducción y simplificación de los trámites administrativos y burocráticos que tienen que afrontar en el día a día o cuando presentan un proyecto. El presidente de la Confederación de Empresarios de Ferrolterra, Eume y Ortegal –Cofer–, Cristóbal Dobarro, incide en que esta reivindicación no ha cambiado, si bien las peticiones no son las mismas atendiendo a la dimensión de los proyectos y de las sociedades.
“Podemos distinguir dos situaciones”, explica. “La primera es la de las empresas consolidadas o de un cierto tamaño que quieren desarrollar un nuevo proyecto empresarial, como sucede ahora en la comarca con diversas iniciativas que están en marcha, muchas de ellas ligadas a la transición energética”. En este tipo de casos, los promotores no necesitan tanto asesoramiento por parte de la organización empresarial, sino “solución a los problemas que se encuentran y que normalmente están relacionados con las trabas burocráticas, es decir, con lo que tardan los procedimientos administrativos”, dice.
En ese sentido, Dobarro reconoce que en los últimos tiempos, con la puesta en marcha de la Oficina Económica del Igape la situación “ha mejorado porque se marca como objetivo agilizar esos trámites y acompañar a las empresas, pero, aún así, una cosa es el ritmo de la Administración y otra el de los proyectos empresariales”. Para el presidente de la patronal, “a veces sucede que la excesiva burocracia hace que los pasos o las fases del desarrollo empresarial no vayan de la mano”.
Sobre si estas diferencias son más fruto de un sistema garantista o por falta de recursos para agilizar los trámites, Dobarro sostiene que es una mezcla. “En general es una normativa muy garantista”, explica, “y requiere unos plazos y trámites que son bastante rígidos y no están alineados con la dinámica empresarial”. Eso, advierte, es una impresión generalizada, aunque cree que depende también de cada caso. “A veces un departamento en concreto es especialmente lento, y eso pude ser debido a la falta de recursos o de personal especializado”, asevera el abogado.
Distinta es la problemática de “emprendedores a nivel micropyme o nuevos proyectos”, apunta. “Muchas veces necesitan información sobre las posibilidades de modelos de sociedades que hay porque no saben cuáles son las alternativas que tienen: si ser autónomo, si constituir una sociedad y si esta debe ser una cooperativa o una sociedad limitada”, precisa. La clave es, añade, saber cuál es la más apropiada para cada tipo de negocio. Las dudas de tipo tributario o laboral también están presentes en muchos emprendedores, así como la demanda de información sobre las ayudas a las que pueden optar.
El presidente de Cofer afirma que el convenio que tiene la patronal con el Igape hace posible ese apoyo, tanto a nivel individual como colectivo a través de jornadas específicas. El año pasado se centraron en los fondos Next Generation y este, avanza, “nos volcaremos más en la transición energética”.
El buen momento económico que atraviesa Ferrol y comarca se refleja en la carga de trabajo en el naval garantizada para los próximos diez años, así como en la disminución de las listas del desempleo –la cifra más baja de la última década y media– y en el dinamismo del sector empresarial. Este último indicador es especialmente relevante. El año pasado, de hecho, se alcanzaron las 200 sociedades nuevas constituidas en los veinte municipios de Ferrolterra, el mejor dato desde que el IGE hace el análisis del Boletín Oficial del Registro Mercantil (Borme), es decir, desde 2011. Este año también ha comenzado con buen pie.