El perfil de los usuarios de los hoteles de la ciudad naval cambia totalmente a lo largo del año y si el trabajo, especialmente en sectores como la industria, hace que los establecimientos vivan mayoritariamente de profesionales que se desplazan a Ferrol por cuestiones laborales de forma puntual, en verano es el turista el que quiere conocer esa ciudad tranquila, con oferta pero sin masificaciones, como indican desde los establecimientos locales.
Si el mes de julio ha sido calificado como muy bueno, el de agosto se presenta ya en las primeras semanas mejor.
La visión optimista de los responsables del sector ayuda, sin duda, a atraer al visitante o al menos a que repita. Así, el director del Gran Hotel de Ferrol, José Antonio Hernández Bayano, cartagenero de origen, es un enamorado de Ferrol y de su entorno, una sensación que transmite a los visitantes que, asegura, quedan siempre encantados con el municipio y sus gentes.
El director del Gran Hotel recuerda que si el año pasado la máxima ocupación llegó de la mano de la reparación de la plataforma Terranova, este año es un cliente “vacacional”, además de un aumento exponencial de la presencia de peregrinos. El mes de agosto se presenta ya con una ocupación de entre el 85 y el 95%, con estancias básicamente de unos días, especialmente fines de semana o máximos de una semana de duración. Los huéspedes son en este caso principalmente familias, incluso de bastantes miembros, y el origen, además de las zonas del interior de la península “huyendo del calor”, explica Hernández Bayano, son también los países europeos.
“Ferrol es espectacular, con playas bonitas y bien cuidadas, historia, gastronomía, puerto, hay que verla con ojos frescos”, afirma este hotelero que ha pasado por ciudades de Europa, Asia y África, que, valora, de forma especial, “el calor del gallego”. La riqueza del destino y la hospitalidad de las gentes son las claves, afirma, para que Ferrol sea cada vez más visitado.
Con similar optimismo se muestra el director del Parador de Turismo de Ferrol, José Antonio Cedena, que recuerda que desde el fin de la pandemia ha sido una afluencia masiva constante y el mes de agosto prevé un 92% de ocupación, como ya sucedió también en julio.
La clientela del establecimiento también es diferente a la del resto del año, por eso condiciona también la ocupación, ya que el Parador cuenta con habitaciones individuales que tienen, sin embargo, más salida en invierno cuando acuden huéspedes por cuestiones laborales y no familias o parejas como ahora.
La estancia media está entre dos y cinco días y la mayor parte de los visitantes procede, en un 70%, de España –Madrid, Cataluña, Castilla-León o Andalucía– y tiene una edad media de entre 50 y 70 años. Septiembre continuará con esta buena racha en el Parador, a juicio del director del mismo.
El responsable de este establecimiento ratifica la idea de que el descanso, la ausencia de altas temperaturas y la tranquilidad, con la posibilidad de visitas a zonas cercanas como As Fragas do Eume, la costa o la ciudad de A Coruña para los días que no son de playa son valores seguros para este destino.
Pero un hotel no es la única opción para los muchos visitantes que llegan a la ciudad. Nuevas opciones como el glamping se han ido haciendo un hueco poco a poco para aquellas personas que llevan el campismo en las venas, apuestan por el contacto con la naturaleza y no quieren depender de pesados traslados con tiendas y sacos. Por eso, desde el camping de Covas se ha consolidado ya la nueva oferta de Glamping Atlántico, con una ocupación del 100% salvo algunos días sueltos.
Como explica el responsable de las instalaciones de As Cabazas, Jovanni Norel, el camping está teniendo este verano gran afluencia y la oferta de glamping ha triunfado totalmente para quienes “buscan la comodidad, sin montajes de tienda ni nada, solo hay que llegar y disfrutar de tenerlo todo listo para su uso”.
Familias y parejas llenan estos días el camping de As Cabazas, en el que se escuchan diferentes idiomas, ya que el visitante extranjero es una constante, en busca de playas y surf. El servicio hace que el que viene, repite y por eso As Cabazas, con la oferta anterior y la nueva, se ha consolidado especialmente para familias que huyen de la masificación.
Además, Ferrol es ya punto de referencia para el peregrino. Como kilómetro cero del Camino Inglés, la apertura del nuevo albergue de peregrinos ha hecho que cada vez sea una localidad de partida cada vez más demandada en la ruta xacobea.
El albergue, que abrió sus puertas a principios del pasado mes de julio, no ha dejado de recibir visitantes y si en julio se recibió a 276 peregrinos, esta misma semana –datos del pasado miércoles– alcanzaba ya los 478 caminantes, lo que supone casi duplicar el número de usuarios del servicio. l