La alianza de Navantia y Windar suma un nuevo contrato de monopiles para Iberdrola

La factoría de Fene producirá 21 cimentaciones para el parque eólico marino Windanker del Mar Báltico
La alianza de Navantia y Windar suma un nuevo contrato de monopiles para Iberdrola
Monopiles ya finalizados para el parque East Anglia 3 de Iberdrola almacenados en las instalaciones de Fene | Jorge Meis

La eólica marina europea tiene nombre ferrolano. Desde que Navantia apostó en 2014 por esta área de negocio, por entonces relativamente marginal y poco explorada, el grupo naval ha ido creciendo al mismo ritmo que este mercado, situándose ya no solo como todo un referente a nivel comunitario, sino incluso global.


Esta posición dominante dio, además, un paso de gigante con la formalización de su alianza con la asturiana Windar –con la que ya había colaborado en numerosos proyectos– en 2021 y, con ella, la adopción de un nuevo modelo de estructuras marítimas: los monopiles –una decisión en la que Iberdrola estuvo más que presente–. A esto se suma, en 2022, la creación de Seanergies, marca comercial de Navantia centrada en las energías renovables, principalmente eólica. A partir de este momento, el binomio naval amplió su catálogo de servicios, ofreciendo todos los tipos de cimentaciones del mercado y, por tanto, asegurando su liderazgo en el sector de las infraestructuras de eólica marina. Desde entonces, la alianza ha seguido sumando contratos en este ámbito, dejando su impronta en las aguas territoriales de países como Reino Unido, Francia, Alemania o Estados Unidos.


El último de estos encargos, de la mano de Iberdrola, fue anunciado ayer oficialmente y supondrá cerca de medio millón de horas de trabajo para las instalaciones de Fene. Se trata de 21 monopiles para el futuro parque Windanker que la eléctrica vasca instalará en las aguas germanas del Mar Báltico. Este contrato, el cuarto para este tipo de cimentaciones y el segundo para Iberdrola, se anunció de forma no oficial el pasado mes de abril, coincidiendo con el envío de las últimas unidades del parque Moray West –se dijo que había otros tres encargos en cartera, el East Anglia 3 de Iberdrola, de 45 monopiles; el Baltic 2 de Orsted, con 77, y un tercero que ha resultado ser el Windanker–.


Tal y como señalaron Navantia Seanergies y Windar Renovables, las estructuras tendrán una longitud de 84 metros, un diámetro de 10 y un peso de 2.100 toneladas –lo que los hace ligeramente más pequeños, pero a la vez más pesados, que los del tercer parque británico de Iberdrola–. El encargo supondrá unas 420.000 horas de trabajo, que se traducen en unos diez meses de producción, así como picos de empleo de unos 210 operarios, tanto de la alianza como de las industrias auxiliares. Según las previsiones de la eléctrica vasca, el parque se podrá en marcha en el año 2026 y contará con una capacidad total de 315 megavatios –los aerogeneradores emplearán turbinas de nueva generación de 15 megavatios–.

 

Liderazgo


Tal y como apuntaron ambas compañías, este contrato “demuestra el liderazgo de esta línea de productos”, sumando un nuevo encargo a una cartera que, a día de hoy, ya alcanza un valor superior a los 1.000 millones de euros. Asimismo, la alianza hizo hincapié en la gran apuesta realizada en las instalaciones de Navantia Fene, con una inversión estimada de 36 millones.


Entre otras intervenciones, en la factoría de Perlío se adaptó una nave para realizar operaciones de curvado de chapa “de gran espesor” para crear monopiles de hasta doce metros de diámetro; se instalaron nuevas caminas de pintado; se habilitaron zonas de almacenamiento de producto terminado y se adquirieron equipos de última generación para dinamizar la producción. A esto habría que sumar, a mayores, los trabajos de supresiones de gradas que se están acometiendo en estos momentos, de cara a aumentar el espacio disponible para encargos de eólica marina.


“Este contrato reafirma la confianza depositada por Iberdrola en Navantia Seanergies y a nuestro socio Windar como suministrador de componentes de eólica marina”, señaló el presidente del grupo naval, Ricardo Domínguez, recordando que la relación de ambas empresas con la eléctrica se remonta ya a nueve años atrás. Del mismo modo, el máximo responsable de la empresa pública defendió que esta clase de contratos –tanto de cimentaciones como de subestaciones– no solo contribuyen a que los astilleros cuenten con una mayor carga de trabajo, sino también al “desarrollo de la cadena de suministro en nuestro país”.


Por su parte, el presidente ejecutivo de Windar Renovables, Orlando Alonso, fue un paso más allá, señalando que estos pedidos evidencian “el alto nivel de calidad de nuestros productos y la fiabilidad de nuestros procesos”. Asimismo, Alonso incidió en que se prevé “un fuerte incremento en la actividad del sector” en los próximos años y que, por ello, la firma asturiana “está reforzando su estructura corporativa y trabaja en aumentar sus capacidades para responder a este reto”.

 

Encargo en marcha


Por el momento no se ha ofrecido una fecha aproximada para el inicio de la producción de este nuevo encargo. A día de hoy, las instalaciones de Navantia Fene están enfocadas en la realización del primer contrato de monopiles para Iberdrola: el parque eólico East Anglia 3.


Este pedido consta de 45 cimentaciones de un tamaño variable –aunque de media tendrán una longitud de 84 metros, un diámetro de 6 y un peso de 1.800 toneladas–, de las cuales las primeras estructuras fueron finalizadas el pasado mes de junio. En este caso, al ser más del doble de unidades –pese a su tamaño más reducido–, las horas de trabajo serán mucho mayores, alcanzando las 900.000, así como picos de empleo de 450 operarios. 

La alianza de Navantia y Windar suma un nuevo contrato de monopiles para Iberdrola

Te puede interesar