Antonio Sixto, hermano mayor del Santo Entierro: “Aquí nadie es más que nadie”

Antonio Sixto es el hermano mayor de la Hermandad del Santo Entierro, una de las cinco cofradías que organizan las procesiones de la Semana Santa de Ferrol
Antonio Sixto, hermano mayor del Santo Entierro: “Aquí nadie es más que nadie”
Antonio Sixto, este jueves en San Julián | Daniel Alexandre

Despojada ya de los andamios y sacudidas las obras en la calle, San Julián se yergue imponente en el centro de Ferrol. El hermano mayor del Santo Entierro, Antonio Sixto, nos espera en su interior, donde la hermandad tiene la sede canónica y su local. Ostenta el cargo desde el pasado mes de enero, sustituyendo a Tono Loureiro; pero la responsabilidad en la cofradía no es nueva para él. Desde que ingresó en 2008, animado por Loureiro, ejerció de vocal de cultura, secretario canciller y los últimos cinco años de vicehermano mayor.

 

¿Por qué dio el paso a presentarse para ser hermano mayor?
Por dos motivos fundamentales: todo el mundo me animó a ello, incluido Tono, y porque la gente quería continuidad, que siguiéramos así.

 

¿Qué retos tiene por delante?
Uno de ellos tiene que ver con el gran nivel de deterioro del Cristo del Desenclavo, que es una imagen de comienzos del siglo XVIII que ya estaba en la antigua parroquial de San Julián. Debemos abordar si podemos restaurarlo, si tenemos que hacer una imagen nueva o encargar una réplica. En todo caso, tiene que hacerse bien, con un escultor bueno, y contar con el aval de Patrimonio. Asimismo, debemos consolidar los actos de caridad, como el Café Solidario, y actuar todo el año como venimos haciendo en el Corpus o el Rosario —que es nuestra patrona—. No vamos a hacer ningún invento raro porque estamos para hacer una cosa muy concreta, que es la función del Santo Entierro.

 

En estos años han crecido también en el aspecto social...
Las cofradías tienen que colaborar con la unidad pastoral a la que pertenecen y ejercer la caridad, ayudar a los que se pueda, además de la Semana Santa. El Café Solidario, por ejemplo, ha sido todo un éxito, gracias también a que el comercio ferrolano se ha portado maravillosamente.

 

¿Son ahora una hermandad con mayor apertura?
Había que hacerlo. El Santo Entierro siempre tuvo una vitola de elitista. No dudo que en sus comienzos, en los 50, fuera así; pero todo eso cambió hace muchos años. Hay todo tipo de personas, como tiene que ser, y somos todos iguales, hermanos. Nadie es más que nadie. Únicamente hay que acreditar ser católico, estar bautizado y tener fe. Unas condiciones mínimas para pertenecer a cualquier hermandad.

 

Los hábitos negros, el golpeo de las varas... ¿La gente en la calle les ve con mayor solemnidad?
Hay ese sentimiento, sí. Hace muchos años había mucho respeto en todas las procesiones, pero hoy te encuentras a la gente comiendo pipas, haciendo jaleo, cruzando por el medio... El Santo Entierro es la procesión en la que menos barullo hay, sobre todo cuando pasa la urna. Recuerdo que yo, de pequeño, la veía desde la galería de mi casa en la calle Magdalena y me daba la impresión de que era un entierro real. Eso queda.

 

¿La vinculación con la Semana Santa le viene de lejos?
En mi familia no había mucha tradición, pero sí en la de mi mujer. Su padre era Perucho Castro, uno de aquellos ocho primeros capuchones que, junto a Demetrio Casares, fundaron el Cristo de la Misericordia. Sin embargo, yo hasta que fui mayor no me hice cofrade. Mis hijas estuvieron en Dolores de pequeñas y, cuando dejaron de salir de capuchones, me fui acercando. Esperé a que se abriera el cupo de la Virgen de Dolores y me avalaron. Por devoción, por tradición, elegí ese tercio hace ya unos 30 años.

 

¿Cree que el Santo Entierro es una cofradía algo diferente al resto?
Sí. La gente puede pensar que es por la fama de “estirados” que arrastrábamos, pero no. A cierta edad te interesa ya algo más de interior. La función del resto de cofradías es igual de importante; sin embargo, yo valoro la religiosidad, la oración... Y eso sí te lo aporta esta hermandad, que está menos volcada en la calle y más en el interior.

 

¿Qué día de la Semana Santa pararía el tiempo?
En la procesión del Santo Entierro, que tiene algo especial. Cuando vas bien colocado, procesionando con la Banda de Infantería de Marina... Y en Amboage. Yo sigo viéndolo como el centro de Ferrol. Las palmeras, los recuerdos de tu niñez, la iglesia de Dolores... Yo pararía el tiempo ahí. 

Antonio Sixto, hermano mayor del Santo Entierro: “Aquí nadie es más que nadie”

Te puede interesar