La campana del Santuario de las Angustias daba las siete de la tarde este martes cuando nos encontramos allí con el presidente de la hermandad de Esteiro, José Ramón Cancelo. Se mezcla el trajín de los cofrades yendo a por sus hábitos con los sones de trompeta de la banda ensayando en el interior del templo. Son unos 230 los que salen en procesión con la cofradía y el bullicio de las semanas previas ya se hace notar.
Lleva ya unas cuantas semanas santas a sus espaldas...
Ya no las puedo contar. La primera vez que salí de capuchón tenía 15 años, iba en el tercio de la Virgen, el segundo por la cola, al lado del trono. Ahora voy a cumplir 84 años. Como presidente, es mi séptima Semana Santa y una más como comisario. Va pasando el tiempo.
¿Cómo se presenta este año?
Siempre es un reto salir a la calle. Lo primero, por el tiempo, que estás hasta última hora pendiente. Lo importante es hacerlo de la forma más digna posible y respetando la tradición que nos enseñaron los mayores. Y creo que seguimos funcionando igual.
¿Es emocionante ver ya tanto movimiento en la cofradía?
La banda ensaya todo el año porque tiene escuela de música y hay que enseñarles a los niños; pero sí me agrada ver venir a los cofrades a recoger los hábitos.
¿El Grupo Joven se ha convertido en una pieza importante para mantener la actividad durante todo el año?
Se ha fundado recientemente y están trabajando duro. Aparte de sus actividades y su labor, es vital que se vayan entrenando y viendo cómo se hacen las cosas para que mañana sean nuestro relevo porque yo no puedo seguir aquí muchos más años [ríe]. Me quedan dos años de mandato en la Junta de Gobierno y no me planteo repetir.
¿Qué día de Semana Santa pararía el tiempo?
El Sábado Santo, por el recogimiento y la labor que hacemos, y la gente viniendo y respondiendo. El fallecido Padre Alfonso, viéndolo, me animó a iniciar la coronación canónica porque, dijo, “esta virgen hace milagros”. Y así lo hicimos. Cuando lo conseguimos, que ya había fallecido, le conté al obispo en la ceremonia de coronación que no era mérito mío, sino de don Alfonso.
Siguiendo la máxima de “seguir la tradición que nos enseñaron los mayores”, la Cofradía de las Angustias siempre ha apostado por la restauración de su patrimonio en lugar de realizar nuevos encargos, siendo especialmente relevante la inversión económica que han llevado a cabo en los últimos años.
Aunque cuentan con restauraciones anteriores, en 2022 la empresa Restauración Parteluz se encargó de la conservación de la talla de Jesús Nazareno, una imagen de 1789 atribuida a Florencio Gambino, y también del Cristo de la Agonía, de autor desconocido y datada en el siglo XVIII.
En 2023, la restauradora lucense Uxía Aguiar Ballesteros firmó sendos trabajos para la hermandad: el Cristo del Perdón que se encargó a Francisco Guerra Felipe en 1864 —se cumplen 160 años del contrato— y el Cristo Yacente, tallado por Guillermo Feal en 1957.
En este 2024, se han invertido 3.800 euros en renovar los instrumentos de la Banda de las Angustias —que tenían ya 30 años de uso— y se están restaurando parte de las cartelas de plata del trono de la titular, con un coste de unos 4.000 euros. Además, en estos últimos años también se ha sustituido la campana pequeña del santuario.