El Área Sanitaria de Ferrol se incorpora a las que ya ofrecen en Galicia la posibilidad de detectar la infección de hepatitis C y así poder erradicarla. Se ofrecerá automáticamente a las personas de entre 50 y 59 años que tengan indicada la realización de un análisis de sangre en el centro de salud por cualquier motivo. Se trata de identificar el mayor número de casos posible en un grupo de edad en los que la prevalencia es mayor y en el que puede pasar desapercibida. De hecho, se estima que el 30% de las personas que tienen la infección activa, lo desconocen, y la mayoría se ubican entre los 40 y los 69 años.
Este cribado se extenderá en los próximos años a otros rangos de edad, precisamente para abarcar las edades con mayor presencia. En este 2023 se empieza por las personas nacidas entre 1964 y 1973. En 2024 se ofrecerá a quienes hayan nacido entre 1954 y 1963 y para 2025 se aumentará al grupo entre 1974 y 1983.
El programa de detección de la hepatitis C se empezó a realizar en enero en el Área Sanitaria de Santiago y Barbanza. Allí se realizaron hasta ahora más de 12.000 análisis y se detectaron diez casos. Ya está funcionando también en A Coruña, Lugo y Pontevedra. En estas tres áreas se han analizado 24.000 muestras y se han diagnosticado 27 infecciones.
Después de Ferrol se implantará en Ourense, Verín y Valdeorras y, por último, en el Área Sanitaria de Vigo, completando así toda la población gallega.
Para este cribado se emplean técnicas que permiten un proceso más eficiente. La solicitud de la prueba para las personas que cumplan los criterios se integra de forma automática. Las analíticas se evalúan de cien en cien, en la técnica conocida como “pooling”, que permite descartar varias muestras con una sola acción. Si se detectan positivos, se derivan para su tratamiento en un plazo de 21 días.
La hepatitis C es, recuerdan desde el Área Sanitaria, “una de las causas más importantes de enfermedad hepática crónica en todo el mundo” y se conoce como pandemia silenciosa debido a su prevalencia y a que puede pasar inadvertida por el paciente aunque, a largo plazo, tenga consecuencias importantes sobre la salud, evolucionando a hepatitis crónica, cirrosis o cáncer de hígado.
No existe una vacuna eficaz por lo que resulta esencial la prevención reduciendo la exposición al virus (la transmisión por vía sanguínea es la principal causa de adquisición de la infección, seguida de la transmisión por vía sexual). Los actuales tratamientos antivirales de acción directa logran la curación en más de 95% de las personas tratadas.