El nudo de Salomón es un elemento de unión para un sinfín de culturas, entre ellas la celta, y que para Artabria significa la alianza entre lo humano y lo divino.
Esta es una de las simbologías que Laura Periscal tuvo claro que tenían que entrar dentro de sus productos, no solo por su significado per se, sino también por el gran valor que tiene Galicia para la empresa. El púrpura y el dorado –colores del café, producto estrella del negocio– hacen honor al Nazareno, el verde a la naturaleza de la comunidad y el azul al océano y el mar que bañan sus costas.
A partir de las 19.00 horas, “El Montón” acogerá hoy la presentación en sociedad de la marca Artabria, firma pionera en la fabricación y distribución de bebidas funcionales nutracéuticas que trabaja a través de referidos. En el acto se podrá conocer más a fondo los tres productos con los que salieron al mercado en diciembre de 2023 –el Café 5.0, la Bebida Inteligente, y el Elixir de Juventud– pero, como avanzan desde la empresa, presentarán, además, un nuevo producto que será totalmente innovador. Al finalizar el acto se ha reservado una zona para un catering con vistas a la ría y un espacio para networking.
Sus creaciones van un paso más allá, siendo “nutracéuticos”, es decir, en la elaboración se añaden otros componentes que les aportan “beneficios extra y, por tanto, también tienen más funciones”. Esto se traduce en que, por ejemplo, el café contiene garcina cambogia, guaraná y naranja amarga y “nos ayuda a estar más tranquilos y saciados. Está enfocado a situaciones como enfrentar una dieta o el frenetismo del día a día que, en ocasiones, provoca ansiedad a la hora de comer”, explica Periscal.
Además, hace apenas un mes decidieron arriesgarse con un endulzante. “Es totalmente novedoso porque no contiene calorías, lo que hace que sea apto para diabéticos y contiene magnesio. Por eso es también funcional, porque va un paso más allá de lo que podría hacer un endulzante”.
Este proyecto nace ligado a la medicina china, más en concreto el uso de las plantas medicinales. El matrimonio conocía productos que ya aplicaban este tratamiento natural, pero no en España, y se arriesgaron a fabricar el suyo propio.
El balance es completamente positivo y a día de hoy tienen una red más que solida de distribuidores independientes a lo largo de toda la geografía nacional. Así, y como explica la emprendedora, “logramos llegar mucho más rápido a cualquier parte del país”.
Siete meses después de la apertura, en agosto, facturaban cerca del medio millón de euros y desde la empresa dan las gracias a una “clientela muy fiel”.
La idea de la pareja es que Artabria se convierta en un producto de consumo diario, “de uso doméstico”. Estos alimentos –a expensas de alergias– se pueden incluir en la dieta desde el “minuto cero” y la empresa, fiel al refranero, considera que prevenir es mejor que curar y buscan la “medicina preventiva”