Varios arenales del municipio de Valdoviño, como el de Pantín o A Frouxeira, han tenido que ondear la bandera roja en las últimas jornadas ante la presencia de numerosas carabelas portuguesas (Physalia physalis).
El personal del servicio de socorrismo alertó de esta situación a los bañistas por medio de la megafonía, solicitando a la ciudadanía que evitase acercarse al agua. Otras playas de las comarcas han ido recibiendo también estos días ejemplares de esta especie, tales como las de O Vilar (Covas, Ferrol), Morouzos (Ortigueira) o la de Porto de Bares (Mañón).
El roce con estos animales –muy fácilmente identificables debido a su forma de globo y su color púrpura o azul– puede provocar dolor muy intenso. Y es que estas falsas medusas –que en realidad son un organismo colonial– son muy venenosas, por lo que se recomienda no tocarlas aun cuando se encuentren en la arena. Sus filamentos son casi invisibles cuando se encuentran en el agua –con una longitud que puede llegar hasta los 50 metros–, por lo que es muy sencillo recibir una picadura durante el baño.