La construcción de una residencia de mayores pública y otra privada en Ferrol incrementará el número de plazas disponibles para este colectivo en más de 250 a partir de 2025, si se cumplen las previsiones de las obras en curso. Queda, sin embargo, un fleco pendiente, el de la instalación de un recurso de este tipo en O Boial, donde en un primer momento se iba a levantar el edificio que en O Bertón financia la Fundación Amancio Ortega. 

La asociación vecinal de Santa Icía estuvo siempre en contra del cambio de ubicación, que consideraban un agravio, debido a la importancia para la dinamización del barrio de abrir una instalación de este tipo en la zona. De hecho, el traslado estuvo bloqueado durante varios meses en el anterior mandato, puesto que el Partido Popular era partidario de mantener la primera ubicación, decidida por la Xunta tras analizar distintas parcelas. Finalmente se acordó el cambio, y así, casi como una compensación para O Boial, se presentó en mayo de 2021 un proyecto de residencia de mayores, en este caso municipal, y que seguiría un modelo de “cohousing”, casas independientes con lugares comunes, para diferentes edades y para distintos niveles de autonomía o de dependencia.

Esta nueva residencia tiene una parcela reservada, de propiedad municipal, en las proximidades del centro comercial Parque Ferrol. Administrativamente no ha habido cambios desde que se presentó en 2021 el estudio técnico que ofrecía una idea de lo que se quería hacer y que fue aprobado en el pleno. Está pendiente la redacción de los pliegos, en la que se detalle el proyecto con plazos y costes. La intención del actual gobierno local es conseguir la implicación de otras administraciones para poder sacar adelante la nueva residencia, que en su día tuvo el apoyo del grupo socialista y del grupo popular. 

El BNG y Ferrol en Común manifestaron en su momento su escepticismo ante una propuesta que se planteó, a su juicio, para mitigar el descontento de los vecinos de Santa Icía, pero sin visos de hacerse realidad.

En cualquier caso, la propuesta formó parte de los programas electorales en las elecciones de mayo y supondría un nuevo recurso público para atender las demandas de una población cada vez más envejecida y para la que se reclaman modelos de cuidados radicalmente diferentes a los que se habían generalizado antes de la pandemia.

Medio centenar de plazas en apartamentos 

El modelo de “cohousing” implica la construcción de apartamentos en los que las personas con movilidad pueden tener una vida independiente. Al mismo tiempo, existen zonas comunes y actividades que permiten un envejecimiento activo y saludable. Se prevén 50 plazas con 19 apartamentos y otra zona que estaría dedicada a personas con mayor nivel de dependencia, de forma que habría una transición entre unas estancias y otras.

Cada casa, de 50 metros cuadrados, dispondría de salón-cocina, dormitorio y baño adaptado, además de terraza y habitaciones dobles. Las zonas comunes incluirían ludoteca, centro cívico, centro de actividades, talleres y aulas, biblioteca o salas de cine, así como comedor, cocina, servicio de podología y fisioterapia. Se distribuye en una planta baja con los servicios comunes y dos pisos con los apartamentos, con una estructura ajardinada.

Dos inmuebles en construcción con diferentes modelos

Ferrol cuenta en la actualidad con una única residencia de mayores pública, la de Caranza. También tiene una privada, Domus Vi, y otra gestionada por Mensajeros de la Paz (Mi Casa). En la actualidad se están construyendo dos. La de O Bertón es de iniciativa pública, impulsada por la Xunta de Galicia en las siete ciudades y asumida por la Fundación Amancio Ortega. En el caso de las que ya están listas, la de Santiago y la de Lugo, se ha sacado a concurso su gestión para entidades sociales sin ánimo de lucro. Se desconoce cuál será el modelo de la de Ferrol pero si se sigue el ejemplo, este podría ser también el camino. A efectos de admisión funcionará igual que las residencias con gestión pública, con las listas de espera oficiales y con los mismos precios. Las obras, que han duplicado su coste respecto a las previsiones iniciales, pasando de 12 a 24 millones, están en marcha desde le pasado otoño y, si se cumplen las previsiones autonómicas, concluirán en abril del año que viene. Ofrecerá 120 plazas y se calcula la creación de 110 puestos de trabajo. 

También está en construcción una residencia en la carretera de Castilla, en la parcela del antiguo Garaje Castelos, por parte de Healthcare Activos, plataforma de inversión inmobiliaria especializada en el ámbito de la salud, que gestionará la multinacional Orpea. En su caso se prevén 149 plazas y la creación de 80 puestos de trabajo.